Por Manuel Otilio Pérez Pérez
La Ley del 13 de mayo de 1845, organizando la instrucción pública en el país, ley que se superó después, lo impone como persona al corriente de las prácticas y teorías pedagógicas, entonces más avanzadas.
Don Tomás Bobadilla sabía de Locke, de Rousseau, posiblemente de Herbart, y sin duda de Jefferson.
Por todas esas circunstancias, su prestigio intelectual tenía que ser notable…».
[6:44 p. m., 17/9/2020] Manolo Tamayo: ¿QUÉ NO HIZO BOBADILLA?
Por Manuel Otilio Pérez Pérez
Tomás Bobadilla no hizo carrera militar en la Dominación Haitiana de Boyer 1822-1843, ni en la de Charles Herard (Rivière) 1843-1844.
Durante su Presidencia de la Junta Central Gubernativa 27/2/1844-9/6/1844, no hizo persecución política, no hizo apresamiento, no hizo expulsión del territorio de la República Dominicana, no hizo fusilar a ningún ciudadano dominicano ni extranjero.
En el primer gobierno constitucional de la República Dominicana, ocupando los despachos de Justicia, Instrucción Pública y Relaciones Exteriores; ante la solicitud del Cónsul de Francia en Santo Domingo, Mr Saint Denys al gobierno encabezado por el General Pedro Santana, para que la República Dominicana pagara a Francia parte de la deuda haitiana; en pleno consejo de gobierno. El único que no asintió en complacer la propuesta del Cónsul fue Tomás Bobadilla.
En 1845, Tomás Bobadilla desde su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores no hizo causa común con el Presidente Santana y sus otros ministros para reconocer y pagar parte de la deuda haitiana a Francia.
Bobadilla le comunicó al Cónsul de Francia en Santo Domingo, mr Saint Denys, que la República Dominicana no podía comprometerse a pagar deuda haitiana (Rufino Martínez, Diccionario… pág 70).
En 1847, Tomás Bobadilla era miembro del Tribunado (Cámara de Diputados). Desde esa posición acusó al Ministro de Hacienda por malversación de fondos, en el Tribunado el diputado Bobadilla se caracterizó por enfrentar a todo lo incorrecto.
El Diputado Tomás Bobadilla no hizo compatibilidad con lo incorrecto en la Cámara del Tribunado.
Esa postura vertical en defensa de los fondos públicos, le ocasionó su segundo exilio, al cual se marchó sin renunciar al cargo.
Bobadilla no hizo renuncia a la Cámara del Tribunado.
El General Pedro Santana era el Presidente de la República Dominicana cuando llegó el señor Antonio María Segovia, a finales de 1855 como Cónsul de España en Santo Domingo; este señor Segovia es quien personifica la primera injerencia extranjera en nuestro territorio al enfrentar al Presidente Santana y parcializarse con Buenaventura Báez, llegando al extremo de crear un registro en el consulado conocido como «La matrícula de Segovia» para que se inscribieran los adversarios de Santana y adquirieran la nacionalidad española y evitaran la represión oficial.
En el caso de «La Matrícula de Segovia», Tomás Bobadilla no hizo ni siquiera una sugerencia de apoyo a esa injerencia en los asuntos internos de la República Dominicana del Cónsul de España en Santo Domingo.
En 1857, inició en Santiago y el Cibao la Revolución del 7 de julio de ese año, que estableció su gobierno provisional en la Ciudad de Santiago, presidido por José María Valverde; contra el Gobierno de Buenaventura Báez.
Tomás Bobadilla fue apresado por el Gobierno de Báez a finales del mes de julio. Se la pasó en prisión hasta el triunfo de la revuelta que en el transcurso había cambiado de Valverde al General Pedro Santana.
Mientras Bobadilla duró en prisión, los cibaeños con su Gobierno provisional en Santiago elaboraron la Constitución de Moca, la cual consagra la Ciudad de Santiago como la Capital de la República Dominicana.
Bobadilla sale de la prisión el 12 de junio de 1858.
Bobadilla siendo antibaecista como ellos, no compartió esas pretenciones, por lo cual no hizo causa común con los cibaeños, al contrario, los enfrentó y produjo el Manifiesto Nacional del 27 de julio de 1858, que repone a la Ciudad de Santo Domingo como ha sido siempre la Capital de la República Dominicana.
Tomás Bobadilla no hizo causa común con los cibaeños de la revolución del 7 de julio de 1857, desconociendo la Constitución de Moca y restableciendo la Constitución de diciembre de 1854.
En 1865, al final de la Guerra de la Restauración de la República Dominicana, Tomás Bobadilla quien en la Anexión había sido Magistrado de la Real Audiencia de Santo Domingo, fue invitado por los españoles a marcharse con ellos hacia otros territorios españoles como Cuba y/o Puerto Rico con todas las prerrogativas que ostentaba aquí. Tomás Bobadilla no hizo caso a esa oferta y prefirió quedarse.
Luego de la salida de los españoles, Tomás Bobadilla se fue a los cantones que sitiaban la Ciudad de Santo Domingo, de donde acompaña al General José María Cabral en la toma de Santo Domingo, el día 13 de julio de 1865.
Tomás Bobadilla no hizo el viaje de salida de Santo Domingo con los españoles.
En 1871, el proyecto del Presidente Báez de anexar la República Dominicana a los Estados Unidos de América, Tomás Bobadilla no hizo ningún gesto de aprobación del mismo, al Contrario, lo enfrentó, se opuso documentalmente comprobado por su carta al Senador Charles Sumner, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos de América.