Por Fernando de los Santos
La falta de regulación y acción por parte de los actores del Ministerio de Medio Ambiente de República Dominicana puede tener un impacto negativo en las actividades turísticas del país.
En primer lugar, la falta de regulación puede llevar a la degradación de los recursos naturales y la belleza escénica que atraen a los turistas.
Esto puede implicar la tala indiscriminada de árboles, la construcción de infraestructuras turísticas sin tomar en cuenta los impactos ambientales, la contaminación de playas y ríos, entre otros.
Como resultado, los turistas podrían perder interés en visitar destinos que están dañados o degradados.
Además, la falta de acción por parte del Ministerio de Medio Ambiente puede permitir la proliferación de actividades ilegales que amenazan el ecosistema natural y la biodiversidad del país. Por ejemplo, la caza furtiva, la pesca ilegal y el comercio ilegal de especies protegidas pueden afectar negativamente la reputación del país como un destino turístico responsable y respetuoso del medio ambiente.
Asimismo, la falta de regulación y acción puede generar preocupación entre los turistas en relación a la seguridad sanitaria y la calidad del agua y el aire. Si existen problemas de contaminación o de gestión de residuos, los visitantes podrían optar por destinos más seguros y limpios.
En resumen, la falta de regulación y acción por parte de los actores del Ministerio de Medio Ambiente puede tener consecuencias negativas para las actividades turísticas en la República Dominicana.
Es fundamental que se implementen políticas y medidas eficaces para proteger y preservar el medio ambiente, garantizando así un desarrollo sostenible del turismo en el país.
