Por Fernando de los Santos
Hicimos un recorrido por el Sur de República Dominicana desde San Cristóbal hasta Pedernales. Hablo del Sur con vocación turística. Absolutamente todos presentan la misma problemática. Eso me entristece mucho.
No se puede generalizar afirmando que todos los comerciantes del sector turismo en el Sur carecen de criterio de unidad y por lo tanto, están condenados al fracaso.
Este tipo de afirmación general deja de lado la diversidad y la capacidad de adaptación de los distintos comerciantes.
Es cierto que el trabajo en unidad y cooperación puede ser beneficioso en la industria del turismo. Colaborar con otros comerciantes y actores de la comunidad puede generar sinergias y promover un crecimiento conjunto. Sin embargo, esto no significa que aquellos comerciantes que no trabajen en unidad estén destinados al fracaso.
Los factores que pueden influir en el éxito o fracaso de los comerciantes en el Sur son diversos y van más allá del criterio de unidad. La calidad de los servicios ofrecidos, la capacidad de adaptación a las demandas del turismo, la promoción efectiva de los productos y destinos, entre otros, son elementos fundamentales para prosperar en el sector.
Le hago un llamado aquellos, especialmente a los de Boca de Nigua, Najayo y Palenque, en San Cristóbal. A los de Playa, Monte Río y Playa Caobita, en Azua. Los de Los Patos, Paraíso y San Rafael, en Barahona. Pero también a los de Bahía de las Águilas, en Pedernales. Deben de aprender o entender que seguirán teniendo los mismos resultados de seguir así.
Es importante fomentar la colaboración y el trabajo en equipo dentro de la industria del turismo, pero también se debe reconocer que existen diferentes enfoques y estrategias que pueden conducir al éxito en el mercado.
