Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Los campesinos residentes en las comunidades contiguas al lugar donde se construye la presa de Monte Grande valoran que el gobierno haya cumplido sus promesas, aunque con bastante retardo, con la entrega de una escuela, los avances de los trabajos de construcción de la clínica y las mediciones para la reconstrucción de la carretera que les comunica con la que une a Azua con Barahona.
Antes, el 19 de febrero de 2023, el presidente Luis Abinader acudió a la comunidad de Monte Grande a entregar el centro poblado, equivalente a 390 unidades habitacionales, a igual cantidad de familias de los campesinos.
Sin embargo, la gente está entrando en una etapa de desesperación, impotencia y frustraciones, declaró el agrónomo Manuel Pérez, del Movimiento Campesino Lemba. “Se le prometió que el vaso de la presa y las tierras con agua, preparadas para cultivar, financiamiento y asistencia técnica, se harían juntos y pasó todo lo contrario”.
Pérez, según informó en una declaración escrita, hizo de relator de una reunión que sostuvieron el lunes, día 8 de abril, los comités y líderes de los poblados Monte Grande, La Meseta, San Simón, Los Güiros, Hato Nuevo Cortés y las organizaciones solidarias Centro Campesino Lemba, Fecaimat (Federación de Campesinos Independientes Mamá Tingó), e Iniciativa Solidaria.
En la cita fue registrada ausencia, con excusas, de la Diócesis de Barahona y de la Coalición Enriquillo, que representa a organizaciones y personalidades de cuatro provincias: Bahoruco, Pedernales, Independencia y Barahona.
Con la esperanza en Dios
Los campesinos residentes en el entorno del lugar donde es construida presa de Monte Grande iniciaron su encuentro con la esperanza puesta en Dios, según dijo Pérez en su relatoría. “Invocamos a Dios, nos autopresentamos y se cuantificaron 35 hombres, 6 mujeres y una niña”.
Según Pérez, para iniciar, los campesinos hicieron que fuera leída el acta de la reunión anterior y se aprobó el contenido, declaró el informante.
Se leyeron las comunicaciones, remitidas por el defensor del pueblo, donde Joel Santos, se compromete a dar respuestas a las propuestas discutidas en la reunión del 7/3/24, en Monte Grande, a más tardar el 12 de abril, precisó Pérez. “Se valora muy positiva esta comunicación y hay que esperar para analizar, las diferentes propuestas de soluciones y la intención expresada de estar abierto al diálogo”.
Los contertulios se propusieron la continuación del desarrollo de su agenda de trabajo, la cual está orientada a conseguir el apoyo del gobierno a sus reclamos.
El coordinador del Centro de Campesinos Lemba dijo que para la asamblea del 23 se acordó hacer reuniones por pueblos “y se fijó como fecha límite de consultas por pueblos el13 de abril”.
Asimismo, el 15 de abril se tendrá una reunión en Monte Grande para discutir la respuesta del Estado y los resultados de las consultas por pueblos sobre la asamblea del 23.
¿Qué preocupa a los campesinos?
Pérez declaró que la preocupación colectiva manifestada en las reuniones gira sobre el tema del asentamiento económico, el cual forma parte del diseño del proyecto de la presa, cuya ejecución inició en 2009, hacen 14 años.
Por definición asumida en la iniciativa, el asentamiento económico consiste en la dotación de terrenos con financiamiento, asesoría técnica y dotación de las facilidades para el desarrollo de cultivos que permitan a los favorecidos conseguir el sustento de sus familias.
Las últimas propuestas recibidas de parte del gobierno ha sido la de adquirir tierras del entorno del poblado Monte Grande, las cuales alcanzarían a alrededor de diez tareas de las 30 prometidas a cada campesino.
Sólo que, las tierras prometidas en Monte Grande, un porciento muy alto de las cuales no tienen las calidades requeridas para los cultivos que siembran los campesinos (plátanos, guineos, rulos, asociados a ciclos cortos), declaró Perez.
Otra fórmula para resolver el tema del proyecto económico, sería una extensión de terrenos ubicados en la comunidad de Guanarate, perteneciente a Tamayo, ubicada del otro lado del río Yaque del Sur, el cual bordea Monte Grande y sirve de dotación de las aguas al embalse de la presa del mismo nombre. Esa porción completaría las 30 tareas contempladas en el proyecto de construcción de la obra.
En ambos casos, Monte Grande y Guanarate, se regarán con el suministro de agua a base de bombas, informó el agrónomo Pérez.
“Estas soluciones se tomarán mucho tiempo” y la gente está entrando en una etapa de desesperación, impotencia y frustraciones, reveló la misma fuente. “Se le prometió que el vaso de la presa y las tierras con agua, preparadas para cultivar, financiamiento y asistencia técnica, se harían junto y pasó todo lo contrario”.
Fue el pasado día 25 de enero cuando el presidente Luis Abinader inauguró el embalse de la presa de Monte Grande, sin que sea satisfecho el anhelo de los campesinos de acceder a la ejecución del anhelado proyecto económico.
