Trump, recientemente convicto en el primer juicio penal a un expresidente en la historia de Estados Unidos, hizo su aparición ante el “Club 47 USA”, un grupo de fans.
A juicio de medios locales, el exgobernante se mantuvo discreto en comparación con declaraciones la víspera en las que insultó a Milwaukee, la ciudad sede del 15 al 18 de julio de la Convención Nacional Republicana.
El equipo reelección de Joe Biden felicitó al adversario político en su onomástico, pero recordándole que es un “delincuente fracasado”.
La campaña del demócrata elaboró un listado de 78 puntos -similar a la cantidad de años cumplidos- en los que relaciona sus líos legales y no pocos de los controversiales episodios que protagonizó durante su caótico periodo en la Casa Blanca.
Se enumeran, por ejemplo, los tres veredictos en su contra en cortes de Nueva York en menos de un año: perdió dos pleitos civiles, uno por difamación y el otro por fraude empresarial; además, fue convicto de los 34 cargos que enfrentó por falsificar registros comerciales para ocultar pagos a una actriz de cine porno que fue su amante.
También figuran otros incidentes nada gratos como las críticas a su manejo de la pandemia de la Covid-19 y sus declaraciones atribuyéndose el mérito de haber ayudado a derogar en la Corte Suprema, en junio de 2022, el fallo de Roe v. Wade que brindó desde 1973 protección legal al aborto.
Tanto Biden, de 81 años como Trump, de 78, son los dos candidatos de mayor edad en los partidos tradicionales que se enfrentan en un desafío por la presidencia de Estados Unidos.
Cualquiera que triunfe, al final del mandato que comenzará en enero de 2025 sería el presidente más viejo en el cargo en la historia nacional.
Según las cuentas, el republicano tendría 82 años y siete meses en el momento de entregar el mando al relevo en enero de 2029; mientras el demócrata cumpliría 86 y dos meses, algo inédito en la política de este país.
