Por Manuel Otilio Pérez Pérez
En el diario HOY, del 30 de agosto de 2007, aparece con el título «Un fósil con historia en RD». La información procedente de París que nos dice » el fósil de una orquídea adherido a una abeja en un trozo de ámbar, encontrado hace años en República Dominicana, permite reconstruir la evolución de esta planta de pasado misterioso», (revela la revista Nature).
Continúa la información: «este preciado fragmento de ámbar de hace 15 a 20 millones de años apareció en el año 2000 en una mina de la cordillera Septentrional, al Este de la localidad de Santiago de los Caballeros».
Para el interés nacional, esa orquídea era desconocida hasta su hallazgo aquí en República Dominicana. Fue nombrada Meliorchis Caribea. Así también, la abeja de la especie Proplebeia dominicana, caracterizada por ausencia de aguijón.
Se ha calculado la edad de las orquídeas modernas a partir de la de Meliorchis, puesto que no se conocía otra orquídea fósil.
Desde España, la agencia internacional de noticias EFE nos muestra en HOY, 5 de noviembre de 2008, la siguiente información: «El yacimiento de ámbar del cretácico descubierto el verano pasado en la región española de Cantabria no sólo ha resultado ser el más importante de Europa, sino, que ha aportado por primera vez pruebas de cómo se formó esta resina fósil y de qué planta concreta proviene. Se trata del yacimiento de ámbar ubicado en el entorno de la cueva de El Soplao, en Cantabria.
El ámbar del Soplao se formó hace 110 millones de años, cerca del mar.
Los científicos del Instituto Geológico Minero de España consideran que ese yacimiento es de excepcional importancia por la cantidad de ámbar que posee… También valoran ese yacimiento porque casi todo está formado por ámbar azul-púrpura, un tipo «extremadamente raro» que hasta ahora solo se había hallado en República Dominicana. Además, destacan que este yacimiento puede aportar las claves necesarias para resolver la incógnita científica del proceso de formación de esta resina fósil y de la planta que la producía.
El periódico HOY del 19 de abril de 2011 nos trae la información desde Lima, Perú, enviada por EFE, que dice: «un grupo de científicos peruanos ha encontrado varios ejemplares de animales y plantas fosilizados en ámbar en un yacimiento de 20 millones de años…los trozos de ámbar contienen insectos psocópteros, dípteros, coleópteros, hemípteros y arácnidos, además de fósiles de esporas y polen.
En HOY, del martes 6 de febrero de 2018, aparece la información titulada «Hallan araña con cola preservada en ámbar» en la cual dice que «una nueva especie de arácnido de hace 100 millones de años, similar a una araña con cola y correspondiente al cretáceo medio, han sido descubiertas ámbar de Myanmar (Birmania), publicado en la revista «Nature Ecology & Evolution».
Ahora, ahora, el 19 de abril de 2020, aparece en la televisora RT una información titulada «Encuentran un fósil de ámbar de más de 20 millones de años con una burbuja de aire ‘flotando’ dentro.
Ese titular no me llamara la atención si fuera en cualquier parte del mundo, sino porque dice que ese «trozo de resina solidificado fue descubierto en República Dominicana y que contiene un efecto poco habitual conocido como enhydro».
La televisora repite que «Los investigadores entusiastas de la historia natural en una publicación en su cuenta Twitter Fossil Locator dicen creer que ese fósil de ámbar tiene entre 20 y 30 millones de años contiene una burbuja de aire que se mueve dentro».
Reiteran los investigadores que ese fósil descubierto en República Dominicana se aprecia un efecto poco habitual conocido como enhydro, lo cual se puede ver en las imágenes que acompañan el informe «cómo una burbuja de aire se desplaza a través de esa resina del árbol solidificada color amarillento».
