Por Alfonso Tejada
Con su muy peculiar desenfado que envuelve cuestionamientos y sugerencias que reclaman más allá de la simple atención, Eli insiste en advertir que los reporteros de ahora han desterrado de su equipaje de trabajo el lapicero y la libreta para tomar apuntes sustituyéndolos por el celular, y tanto lo repite que se asume como si fuera una tesis, condición que parecen respaldar opiniones de escritores, de expertos y gurúes de la tecnología y algunas investigaciones que plantean retomar la escritura manual, método al que endilgan cualidades de las carece escribir en soportes técnicos, que también tiene sus ventajas y reportan beneficios a la salud.
La advertencia de Eli traspasa el marco local y la función del reportero, y desde hace años es tema indagatorio de academias, disciplinas de las humanidades y hasta de promotores de las grandes empresas tecnológicas, tal el caso de Bill Gates, entre los pioneros en la gestión de ese nicho de las ciencias, que ahora activa por el necesario y urgente retorno a la escritura manual, limitando a los infantes el uso de los artefactos digitales como instrumentos para el aprendizaje, tal escribir a manos, que favorece más el desarrollo cognitivo ¨ejercitando aspectos como la creatividad o el análisis de información¨, ¡que tanto faltan en el periodismo dominicano!!!
La discusión es de antigua factura, desde que comenzara a popularizarse el-la grabador-a como instrumento de soporte en la búsqueda y recolección de información, que muchos-as convirtieron en indispensable en esa tarea, adminiculo que utilizaron más allá de – como define la palabra- ¨auxiliar para servirse de él en caso de necesidad¨ , que ayudara a precisar una cita, por ejemplo, y corroborar los datos anotados en la libreta de apuntes, muchas veces inelegibles para el mismo autor, que por la obligación ética de la aproximación máxima posible a los hechos, tenía que agenciarse vías expeditas para reflejar ¨la realidad¨.
Innegables son las ventajas que ofrecen la computadora y el celular a la hora de elaborar la información, facilitando la corrección y edición del texto desde esos mismos instrumentos, pero también discutibles, y en el caso de muchos-as exponentes, reveladora de la situación planteada en el primer párrafo: denuncia la falta de destreza lectora pese a tener escritas las preguntas, a las que intentan ceñirse ¨al pie de la letra¨, marginando la posibilidad creativa, también la oportunidad de insertar cualquier incidental necesario.
Lograr la seguridad que puede ofrecer la grabadora, la rapidez en la edición y corrección textual que facilitan la computadora y el celular son ventajas que tiene el reportero de estos tiempos, que, también hacen rememorar a periodistas como Rafael P. Rodriguez, de Santiago, quien, en las ruedas de prensa, depositaba la recolección de datos en su habilidad para retener información y el siempre presente background en las notas, que las suyas eran de colección, resultado de haber aprendido a leer y escribir, tal como repetía el profesor Alberto Malagón en las clases¨¨a escribir se aprende escribiendo¨, tarea que Eli, como Bill Gates promueven que sea manual, por las ventajas que ofrece.

