Por José Manuel Reyes
Que alguien me dé una explicación de la pretensión del gobierno de vender energía a Puerto Rico cuando el país sufre de apagones y elevada tarifa eléctrica por un supuesto déficit y deterioro de las líneas de conducción.
Es una burla al pueblo dominicano y una torpe intención que podría provocar una poblada peor que la del 1984 en el gobierno de Salvador Jorege Blanco.
Si a esto agregamos la reforma fiscal en marcha por «necesidad financiera» del gobierno y que a todas luces recaerá sobre la clase media y pobre, nos veremos viviendo un verdadero infierno cuyo fuego podría salir más allá de los desposeídos y tocar los sectores que hoy en un afán devorador de llenar sus arcas llevarán a las grandes mayorías a la pobreza extrema.
Están jugando con la paciencia del pueblo dominicano y han perdido el sentido democrático, social y de derechos que debe primar en el Estado y el gobierno.
Debemos estar preparados para las vicisitudes que sufriremos cuando el gobierno venezolano deje de suministrar el petróleo a República Dominicana por una actitud poco política y diplomática como la que actuado el gobierno frente a la problemática del país de Bolivar.
Al parecer se cumplirá lo de «lo mejor está por venir», pero ¿para quien será lo mejor?
Espero que la clase política y económica dominante cambie de actitud y contribuya de algún modo con la tranquilidad y bienestar de República Dominicana.