Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Para la Conferencia Episcopal de Haití (CEH) la nación está en un punto de inflexión irreversible de su historia que reclama la adopción de “decisiones valientes y necesarias”.
El llamado de los obispos fue formulado al aproximarse el próximo día siete, una fecha en la que la mayoría de partidos y demás organizaciones cívicas se han reagrupado y escogido un presidente y un primer ministro de transición para que por dos años ejecuten un programa que lleve a la estabilidad y luego convoque a elecciones.
Pese a esos esfuerzos, el primer ministro de facto, Ariel Henry, ha dicho que no entregará el poder, a no ser un presidente y un jefe del gobierno resultante de unas elecciones que se propone montar. Incluso, ya inició la escogencia del Consejo Electoral Provisional (CEP).
El día siete de 2021 se cumplió el mandato constitucional de cinco años del presidente Jovenel Moïse. No obstante, se aferró al poder hasta que fue asesinado por pistoleros que penetraron a su residencia el día siete de julio pasado. Antes de su asesinado, Moïse designó a Henry en sustitución de Claude Joseph, razón por la que sus compatriotas han cifrado sus esperanzas de que el próximo día siete abandone el cargo.
“Haitianos y haitianas, debemos aunar todas nuestras fuerzas, nuestras energías, nuestra inteligencia, nuestros recursos y trabajar juntos para que el 7 de febrero sea un día de diálogo, consenso y compromisos históricos encaminados a la unidad de nuestro pueblo, la salvaguardia y la transformación nuestro país que está al borde del abismo”, dijeron los obispos en el octavo punto de un comunicado d once.
Haitianos y haitianas, (debemos) anteponer el bien supremo de la Nación a cualquier otro interés personal para evitar que nuestro país se hunda en el caos total, dijeron los prelados.
Los religiosos establecen que se acabó el tiempo de la división, la desunión, el desacuerdo, la discordia, las luchas fratricidas por el poder y la búsqueda desenfrenada y desvergonzada de intereses personales egoístas y mezquinos.
“En esta encrucijada particularmente peligrosa e inquietante de nuestra historia, oremos para que Dios nos ayude a evitar lo peor”, dijeron en el comunicado.
Un ruego a los grupos armados
Los obispos pidieron a los “grupos armados y secuestradores” que depongan las armas y renuncien a sus acciones.
“A los grupos armados y secuestradores que siembran impunemente la violencia, el miedo, la muerte, el luto, la desolación, la angustia y la desesperación en las familias haitianas, les pedimos que depongan las armas, que renuncien a la violencia, al secuestro y que dejen de derramar la sangre de sus hermanas y hermanos”.
Los obispos
El comunicado, fue emitido con fecha de este miércoles, día dos, en Lilavois, en la sede de la CEH, fue firmado por la totalidad de los obispos.
Monseñor Launay SATURNO
Arzobispo Metropolitano de Cabo Haitiano
Presidente de la CEH
Monseñor Max Leroy MÉSIDOR
Arzobispo Metropolitano de Puerto Príncipe
Vicepresidente de la CEH
- Em. Chily Cardenal LANGLOIS
Obispo de Les Cayes
Monseñor Joseph Gontrand DÉCOSTE, SJ
Obispo de Jérémie
Monseñor Pierre André DUMAS
Obispo de Anse à Veau / Miragoâne
Monseñor Quesnel ALPHONSE, SMM
Obispo de Fort Liberté
Monseñor Charles Peters BARTHÉLUS
Obispo de Port-de-Paix
Monseñor Désinord JEAN
Obispo de Hinche
Ecónomo de la CEH
Monseñor Marie Erick Glandas TOUSSAINT
Obispo de Jacmel
Monseñor Yves Marie PÉAN, CSC
Obispo de Gonaïves