Por Joel Michel Varona
La Habana, 13 ago (Prensa Latina) El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, no está físicamente desde 2016, pero el pueblo de la isla caribeña lo recuerda hoy con inmenso cariño en el aniversario 93 de su natalicio.
A él lo evocan de muchas maneras por sus diversas facetas, entre ellas, la de hombre visionario, revolucionario, justiciero, internacionalista, estratega militar, estadista y un comunicador por excelencia.
En la historia de la humanidad siempre existieron opiniones divididas sobre las grandes personalidades, pero en su caso, fueron muchos los que consideraron el merecimiento de un premio Nobel de la Paz por su aporte a la Humanidad.
Uno de los que defendió esa idea fue el profesor francés Paul Estrade, quien afirmó que Fidel merecía dos galardones, el primero por desplegar una intensa labor durante décadas para favorecer el fin de los conflictos en diversos lugares del mundo.
También se le debió otorgar un Nobel de Economía por dirigir durante décadas a un país bloqueado económicamente por parte de Estados Unidos y lograr que la nación sobreviviera con dignidad a pesar de esa circunstancia, dijo el académico en un homenaje efectuado tiempo atrás en la embajada de Cuba en París, Francia.
Su pensamiento político lo llevó a hacer realidad el sueño de muchos pueblos: obtener su independencia, prueba de ello fue la presencia de soldados de la isla antillana en diferentes naciones para librar una lucha campal contra el sistema colonial, que sumía a los países en la pobreza y humillación.
Nadie podría hacer mención al mal recuerdo del Apartheid sin referirse a los esfuerzos de Fidel Castro por borrar esa bochornosa página de historia de África.
El extinto jefe de Estado caribeño -quien mantiene el récord de intentos de asesinatos fraguados en Estados Unidos contra un presidente- también fue conocido por sus llamados de alerta sobre el deterioro del planeta Tierra y los peligros que se ciernen sobre la especie humana.
Sobran los ejemplos sobre la importancia que le concedió Fidel Castro al ejercicio periodístico, pues todo lo que escribió a partir de su papel protagónico en la historia nacional lo hizo para argumentar sus razones, explicar fundamentos y estrategias, y así lograr la movilización consciente del pueblo.
En la lucha insurreccional en la Sierra Maestra, en el oriente cubano, es conocida su participación en la emisora Radio Rebelde, fundada por el mítico Comandante Ernesto Che Guevara.
Desde allí emitió partes de guerra y diferentes tipos de mensajes para el pueblo, y de esa forma ya se ratificaba como un gran comunicador.
Tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, los escritos de Fidel Castro podían leerse más a menudo en la prensa y sucedió igual con sus apariciones en la televisión.
A través de la pantalla chica libró una de las campañas mediáticas más importante del país en el contexto de la Operación Verdad, la cual ‘con la presencia de cerca de 380 periodistas de Estados Unidos y Latinoamérica’ sirvió para dar a conocer al mundo el carácter humanista del proyecto revolucionario.
Allí fue la génesis de la agencia informativa latinoamericana Prensa Latina, que cumplió 60 años bajo su impronta.
Son recordables sus denuncias televisivas respecto las calumnias que desde Washington se propalaban para justificar las agresiones y con ellas el bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla.
De manera directa o indirecta, Fidel siempre estuvo vinculado a la prensa y a los medios de difusión masiva. La prioridad que le concedió a la comunicación social en su conjunto respondía a su permanente interés por informar, intercambiar, sumar y convencer a la opinión pública.
Fue Fidel Castro el fundador del espacio televisivo Mesa Redonda, en los tiempos en que iniciaba la batalla encabezada por él, y secundada por el pueblo cubano, para conseguir el regreso del niño Elián González, secuestrado en Estados Unidos.
También desde ese espacio explicó a la población la importancia de llevar adelante una Revolución Energética en el país, entre otros programas de gobierno.
Luego, cuando la salud melló la fortaleza física del infatigable revolucionario, Fidel se convirtió en un soldado de las ideas, y el mundo supo de sus inquietudes y anhelos a través de sus conocidas Reflexiones, artículos de amplio alcance e impacto en la isla y el mundo.
En sus escritos analizó la importancia de la historia para los pueblos, el peligro de las armas nucleares, la necesidad de producir más alimentos que cañones, y recalcó, entre otros temas, la defensa de la integración latinoamericana.
Como estadista Fidel condujo por más de 50 años los destinos de Cuba y no hay sector en el cual no haya aportado con ideas, empeños y desvelos.