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    «Premian» con un cargo en Bahamas a funcionario implicado en corrupción en RD y en Haití

    Santo Domingo.- Lonick Léandre fue “premiado” con una designación como ministro consejero en la Embajada de Haití en Bahamas, pese a cargar con un fardo de escándalos de corrupción, incluso, en la sede diplomática de su país en República Dominicana, denuncia el periódico en línea Hebdo24.

    Con la firma de Jenny Toussaint, el medio detalla las acciones de corrupción que atribuye a Lonick Léandre el ser protegido de manera exclusiva por Smith Augustin, el entonces embajador en República Dominicana y ahora miembro del Consejo Presidencial de Transición (CPT).

    Según los informes disponibles, el susodicho personaje fue trasladado por Augustin desde la Embajada en Santo Domingo, donde era encargado de Pasaportes, al Consulado en Santiago.

    “Smith Augustin, Emmanuel Vertilaire y Louis Gerald Gilles están acusados ​​de exigir más de 750.000 dólares al director del Banco Nacional de Crédito, propiedad del gobierno, para asegurar su puesto, indicó la Unidad de Lucha contra la Corrupción en su informe. Gilles organizó una reunión entre los miembros del consejo (Presidencial de Transición (CPT), el ex director del banco Raoul Pascal Pierre-Louis y el cónsul haitiano Lonick Leandre en el Hotel Royal Oasis de la capital, Puerto Príncipe, donde se formuló la demanda, indicó la agencia. Leandre también está acusado de aceptar sobornos”, según publicó la agencia AP el 2 de octubre de 2024

    En la ciudad norteña, además, Lonick Léandre ostentó la posición de “encargado de Pasaportes”, donde habría continuado con el mismo esquema de corrupción.

    En el hotel (Oasis), Gilles le indicó a Pierre-Louis que se dirigiera a la habitación 408, registrada a nombre de Lonick Léandre, un cónsul. Allí lo esperaban otros dos consejeros presidenciales, Smith Augustin y Emmanuel Vertilaire, publicó el periódico en línea AyiboPost el 4 de octubre de 2024

    El texto de la publicación

    En una República en la que la incompetencia y la corrupción suelen ser mejor recompensadas que la probidad, Lonick Léandre acaba de alcanzar la cima de una carrera, por decir lo menos… ejemplar.

    Acusado en varios casos de malversación de fondos, despedido por fraude masivo de pasaportes e implicado en el escándalo financiero del Banco Nacional de Crédito (BNC), no ha sido, sin embargo, apartado de la gestión de los asuntos públicos. No, todo lo contrario: fue ascendido a Ministro Consejero de la Embajada de Haití en Bahamas.

    Un nombramiento que dice mucho sobre los criterios de selección del personal diplomático haitiano.

    Cuando un escándalo esconde otro

    Antes de brillar en la escena diplomática, Lonick Léandre ofició en República Dominicana, donde hizo historia con una hazaña única: 29.000 pasaportes emitidos fraudulentamente bajo su autoridad, pero con Smith Augustin como embajador en ese momento. La cifra es impresionante. Además, no será el ministro Dominique Dupuy quien diga lo contrario, ya que fue ella quien tomó la decisión de revocarlo por este acto de rara ingeniosidad administrativa.

    Lógicamente, uno habría pensado que Léandre pasaría el resto de sus días respondiendo a las numerosas preguntas de la justicia haitiana. Pero eso era no entender el genio del sistema político haitiano, donde el despido por corrupción es claramente un trampolín hacia los niveles más altos del poder.

    Gracias a la amable intervención de Smith Augustin, uno de los miembros del Consejo Presidencial de Transición (CPT), Lonick Léandre no sólo escapó a ser procesado, sino que también consiguió un prestigioso puesto en el extranjero. Un logro que debería inspirar a todos los aspirantes a políticos en busca de un éxito rápido.

    Patrocinadores influyentes y prácticas bien establecidas

    Pero Leandre no es un caso aislado. Pertenece a una élite política y financiera que ha perfeccionado el arte del saqueo institucional. En cabeza de la lista se encuentran Smith Augustin, Emmanuel Vertilaire y Louis Gérald Gilles, tres figuras clave del CPT. ¿Su último golpe? Un escándalo de 100 millones de gourdes (750.000 dólares) del presidente del BNC (Banco Nacional de Crédito), Raoul Pascal Pierre Louis. Cuando este último no pudo pagar, supuestamente les ofreció tarjetas de crédito con un límite de 20.000 dólares, que aceptaron generosamente y utilizaron para gastos personales.

    Claramente inspirado por estas prácticas de otro nivel, Léandre se ha integrado perfectamente en esta máquina bien engrasada, donde los nombramientos se negocian como cuotas de mercado y donde las finanzas públicas sirven como la cuenta personal de los dirigentes.

    Un ministro asesor… ¿pero un fugitivo?

    Según la justicia haitiana, Lonick Léandre debería haber comparecido ante el juez de instrucción Benjamin Felismé el 5 de diciembre de 2024 para explicar sus operaciones financieras. Pero como todo gran estratega, encontró una excusa imparable: la suspensión de vuelos a Haití.

    Es cierto que regresar a casa para enfrentarse a la justicia cuando uno acaba de ser ascendido en el extranjero sería una elección cuestionable. Así pues, en lugar de asistir a la audiencia, aprovechará discretamente su inmunidad diplomática y su puesto en Bahamas, un lugar de residencia que, hay que reconocerlo, es más cómodo que un tribunal haitiano.

    Una diplomacia que brilla… a través de la corrupción

    Si el objetivo del CPT era transformar la diplomacia haitiana en un refugio dorado para políticos caídos en desgracia y delincuentes de alto nivel, hay que reconocer que fue un éxito rotundo.

    El nombramiento de Leander no es un simple error de casting, es un símbolo del sistema: los mismos que malversan fondos públicos y debilitan el Estado son los que se encargan de representarlo en el exterior. Una situación que deja perplejos a quienes aún esperaban algo parecido a una reforma en el gobierno haitiano.

    La impunidad que desafía a la comunidad internacional

    Frente a esta mascarada diplomática, es urgente que la comunidad internacional, en particular Estados Unidos y la Unión Europea, intervengan para exigir responsabilidades.

    – ¿Por qué se nombran individuos corruptos para puestos estratégicos en el extranjero?

    – ¿Por qué los funcionarios del CPT, involucrados en el crimen organizado, siguen actuando sin preocuparse?

    – ¿Por qué no existe un mecanismo de control internacional para frenar este deterioro institucional?

    La ONU recomienda fortalecer las medidas anticorrupción y monitorear más de cerca la gestión de las finanzas públicas haitianas. Pero mientras los padrinos de la corrupción sigan protegidos, cualquier intento de reforma seguirá siendo una mera ilusión.

    Haití, un Estado capturado por una mafia política

    El caso de Lonick Léandre es la ilustración perfecta del colapso moral e institucional del país. Esto demuestra que la competencia no tiene ningún valor frente a las buenas redes y que las sanciones sólo afectan a quienes no tienen amigos bien situados.

    En Haití, ¿es usted un ciudadano honesto? Estás condenado a sufrir. ¿Es usted corrupto, acusado de malversación de fondos y protegido por patrocinadores políticos? ¡Felicitaciones, una embajada te está esperando!

    Si Haití espera recuperarse algún día, primero tendrá que poner fin a esta cultura de impunidad, donde las instituciones se transforman en empresas privadas para enriquecer a un puñado de personas privilegiadas.

    Mientras tanto, Lonick Léandre disfruta de su nueva vida como diplomático, lejos de la justicia, protegido por un sistema que premia a quienes saquean el país con mayor audacia.

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