Por Yovany Féliz
Fidelio Despradel, siempre atento para posicionar el debate de ideas sobre los temas nacionales que tienen que ver con la vida de la gente, la institucionalidad, el adecentamiento de la política, la seguridad ciudadana, modelo de salud eficiente y humano, la producción de bienes y servicios; en fin, trazando rutas que conduzcan a un mejor y nuevo país.
Excelente la ocasión para promover y aterrizar a nuestro tiempo las propuestas que enarbolaba o planteaba la organización 14 de Junio ( 1J4).
Hoy, en vísperas de conmemorarse 60 años de la caída de Manuel Aurelio Tavárez Justos y sus compañeros de armas, el 21 de diciembre del 1963, es preciso reflexionar y llamar la atención sobre los acuciantes y graves problemas que afectan la vida de la gente.
Sí, es cierto que la zafra electoral en pleno desarrollo no deja espacio para el debate de ideas, por la incidencia y predominio del viejo estilo tradicional de reducir la política a la figura de «dame lo mío», y lo que es peor, premiar la práctica funesta del latrocinio (robo del dinero público) sin consecuencia ni castigo.
También, de promover el interés privado sobre lo publicó, perjudicando a la gente, hipotecando el futuro con una enorme deuda impagable que llevará a las presentes y futuras generaciones a llorar lágrimas de sangre.
No es la mejor opción premiar a candidatos y candidatas que renunciaron a sus deberes de representar a las comunidades.
Encontramos en Fidelio Despradel un trabajador social y revolucionario incansable, dando la batalla por un cambio de rumbo.
Así mismo destacar la participación del Dr. Guillermo Moreno para adecentar el ejercicio de la actividad política, institucionalizar, y poner en marcha este país por caminos de paz, pan y prosperidad.
A los 60 de la siembra de Manuel Aurelio Tavárez Justo y sus compañeros en las montañas de Las Manaclas, propicia es la ocasión para afirmar que otro país es posible.
