Hoy estamos justo a pocos días de vencer el plazo para la celebración de las elecciones municipales extraordinarias del 2020. No existe otro objetivo nacional, democrático y popular para la población Dominicana que el fortalecimiento de la Democracia, el crecimiento económico, la unidad, la prosperidad y la paz social de la sociedad.
La campaña que se mantiene contra la Junta Central Electoral carece de toda base legal y moral en sentido general. La sorpresa del 16/2/2020 se debió a una trama montada por un grupo desertor de su partido y colocado de espaldas al interés nacional.
La capacidad administrativa y de organización demostradas por el actual Pleno de la JCE no tiene precedentes en la historia electoral del país. Y la prontitud y diligencia de la Junta desde el momento que se presentó el problema, tampoco tienen precedentes.
Los partidos políticos, principalmente el PLD, han sido coherentes en su apoyo a las labores del gremio comicial en su empeño por completar el calendario electoral desde ahora hasta las elecciones presidenciales y congresales de mayo 2020.
El diálogo es bueno, pero no existe una situación de crisis institucional en el área electoral que amerite acuerdos extra-institucionales para la realización de las elecciones de marzo y mayo de 2020. La desconsideración contra la actual JCE solo se justifica en quienes quieren sabotear el proceso, porque no tienen credenciales que presentar en las próximas elecciones.
Es hora de que todos los partidos políticos comprometidos con la estabilidad social y democrática del país preparen sus militantes y simpatizantes para que nadie falte a la cita del 15/3/2020 a elegir los candidatos que se han ganado el respecto del electorado nacional.
A VOTAR el 15/3/2020 sin dejarse confundir por el ruido mediático montado contra la JUNTA CENTRAL ELECTORAL y el gobierno Dominicano.
