Santo Domingo.- La escalada de República Dominicana con sus medidas para supuestamente contener la eventual penetración de grupos armados que operan en Haití ha llegado al punto de penetrar al interior de los hospitales, apresar embarazadas y deportarlas.
De acuerdo con varios vídeos y denuncias de personalidades agrupadas en la organización Solidaridad Dominicana con Haití, las acciones de los agentes de la Dirección General de Migración (DGM) incluyen los casos en los que las embarazadas buscan atenciones médicas en compañía de infantes, “los cuales corren la misma suerte”.
“Es sumamente grave el camino que ha asumido el gobierno de Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) respecto a los y las inmigrantes haitianos/as y a la propia República de Haití”, dijo la agrupación en una declaración escrita.
De acuerdo con la denuncia, los universales Derechos Humanos son inalienables “y representa una grave violación el negar el derecho a la salud a seres humanos por ser inmigrantes en condición o irregular”.
Precisó que es una flagrante violación que efectivos de la Dirección General de Migración violen el fuero hospitalario y penetren a los hospitales en búsqueda de inmigrantes.
Esta violación, establece el documento, se agrava cuando efectivos de la Dirección General de Migración en el día de ante de ayer penetran al hospital materno infantil San Lorenzo, de (sector) Los Mina (en Santo Domingo Este), en procura de mujeres embarazadas para su inmediata deportación, madres entrampadas al acudir a buscar salud para ellas o sus niños y niñas en brazos”.
Abinader y la crisis de Haití
El presidente Luis Abinader había anunciado el cierre de la frontera con Haití, la revisión del visado a estudiantes universitarios haitianos para verificar eventuales infiltraciones de miembros de bandas armadas y el cierre de los hospitales a embarazadas y parturientas de la nación con la que República Dominicana comparte la misma isla.
Abinader reclamó en el seno de Naciones Unidas el día 22 de septiembre pasado la participación de las comunidad internacional en la búsqueda de soluciones a la crisis haitiana. También fue a Panamá el pasado 20 de octubre para juntarse allí con su presidente y el de Costa Rica para formular el mismo reclamo.
El supuesto cuidado contra los grupos armados haitianos y una supuesta «avalancha» de haitianos que huirían de la inseguridad en su país llevaron al jefe del Estado dominicano a movilizar alrededor de 12,000 soldados en la zona limítrofe con Haití y al cierre de los mercados binacionales.
Las últimas acciones emprendidas por Abinader incluyeron la convocatoria al liderazgo político para que luego constituyeran una mesa de diálogo que le asesoraría en sus próximos pasos.
EE.UU. responde
La comunidad internacional se abstendrá de acudir a solucionr los problemas internos que confrontan los haitianos, declaró un vocero del gobierno de Estados Unidos.
Tedd Robinson, el subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, declaró que son los haitianos y sus instituciones estatales los que deben afrontar la crisis.
“Al final del día, no será la comunidad internacional la que venga al rescate de Haití. Serán haitianos, serán las autoridades haitianas y la Policía Nacional de Haití quienes serán responsables de la seguridad en el país”, dijo en conferencia de prensa en la sede diplomática de su país ubicada en Puerto Príncipe.
