Por Ramón Antonio Medina
Tamayo.- La Coalición Enriquillo realizó un encuentro regional, donde puntualizaron a través de un manifiesto una serie de acciones a desarrollar en el marco de la lucha por la defensa de la vida, por la tierra y por el agua para los parceleros y parceleras de la región.
En febrero de 2021 el presidente Luis Abinader entregó títulos a parceleros para 14 tareas, una gran parte no es cultivada porque no se les ha dotado de los medios para el reguío ni ningún otro tipo de apoyo, según informaron en la asamblea.
En el marco de la actividad, realizada en la comunidad de Santa Barbará El 6, los representantes y delegaciones de diversas entidades aglutinadas en la coalición tomaron como paso a seguir la unificación del movimiento socio ambiental y popular para enfrentar de manera unificada varios temas concernientes a la lucha por varias reivindicaciones.
Entre estas acciones definieron la unificación para la lucha contra la explotación del oro en Romero de San Juan de la Maguana, por la movilización de la barcaza de Los Negros de Azua y otras demandas de la Región.
En el marco de la actividad, los presentes asumieron el compromiso de Implementar un proceso de encuentros, reuniones, talleres, charlas, entre otras actividades de concientización para fortalecer y articular al movimiento socio ambiental y llamaron a asumir con responsabilidad la agenda de actividades de la Coordinadora Nacional y Ambiental programadas para el periodos octubre- diciembre 2024.
Otras demandas que dijeron incluirían en el pliego son las demandas de viviendas, electrificación, carreteras, agua potable, tierras y agua para mujeres y jóvenes dentro de la estrategia de una nueva ruralidad, que promueve el movimiento socio-ambiental.
Las organizaciones sociales plantearon realizar una amplia campaña por las redes sociales, programas de radios periódicos, televisión, entre otros, sobre promesas incumplidas del gobierno con el movimiento.
Estamos contestes en que la unidad hace la fuerza y que mientras más aliados nos acompañen mayor fuerza tendrán nuestras demandas, por esa causa, dijeron en un documento. «Buscaremos aliados, entre estos a obispos, sacerdotes, religiosas, laicos, pastores evangélicos, líderes políticos, gremios de profesionales, para presentar el plan de acción, escuchar sus aportes y ver de manera conjunta, las diferentes problemáticas que nos afectan” .
En el marco del calendario, plantearon organizar un día de convivencia con el centro poblado de Monte Grande, iniciando con una misa, luego hacer toque de palos, presentación de gagá, cantos, decimas, poesía coreada, para acompañarlos en su viacrucis, de sufrimiento durante 14 años de construcción de la presa de Monte Grande, destacan en el documento.
Necesidades urgentes
Entre las grandes urgencias del movimiento regional figuran la entrega de 30 tareas con agua y de buena calidad, pagos de las indemnizaciones atrasadas por los daños de las inundaciones del vaso de la presa, manutención a las familias afectadas hasta que se creen las condiciones para producir, no más “vueltas y mareos” por parte del gobierno para cumplir con los acuerdos asumidos con 560 familias del Centro Poblado de Monte Grande y Hato Nuevo de Azua .
La segunda urgencia es el cumplimiento con el acuerdo firmado entre los campesinos del polvorín del Aguacatico de entregarle 14,000 tareas de tierras desmontadas, con agua, asistencia técnica y financiamiento, firmado el 16 de septiembre 2021, entre varias instituciones del Estado, con el Consorcio Azucarero Central y líderes campesinos