Por Fernando de los Santos
República Dominicana es uno de los destinos turísticos más populares del Caribe, con millones de turistas que visitan el país cada año.
A pesar de la importancia del turismo para la economía del país, existen todavía grandes desafíos en cuanto a la formación y capacitación de los profesionales del sector.
Por esta razón, podría ser una excelente oportunidad establecer una escuela nacional de formación turística. Así contribuiremos con la profesionalización del sector, mejorando la calidad de los servicios y aumentando la competitividad del país como destino.
Esta escuela podría ofrecer una amplia gama de programas de formación, tanto para aquellos que recién se incorporan al sector turístico como para aquellos que buscan continuar su formación y mejorar sus habilidades.
Por ejemplo, podríamos ofrecer cursos sobre gestión de hoteles y turismo, guía turístico, administración turística, aprendizaje de idiomas, cocina y gastronomía, y marketing turístico, entre otros.
Además, sería importante incluir en el currículum de la escuela cursos sobre sostenibilidad ambiental y turismo responsable, con el fin de fomentar la preservación de los recursos naturales y culturales de República Dominicana.
También, sería fundamental que la escuela contara con profesores altamente calificados y con experiencia en el sector turístico, que pudieran transmitir a los estudiantes sus conocimientos y habilidades prácticas.
En definitiva, una escuela nacional de formación turística para República Dominicana sería una inversión muy valiosa. Ayudaría a mejorar la calidad del sector turístico, a aumentar la competitividad del país como destino y a promover la sostenibilidad y el turismo responsable.
Debe de ser una iniciativa del Gobierno que preside Luis Abinader y empresarios, trabajando en conjunto con los ministerios de Turismo, Cultura, Medio Ambiente, el Infotep, UASD, O&M, APEC.
Hago mención de este instituto y de universidades debido a que ya estas instituciones tienen experiencia en la formación en esas áreas.
En nuestro Turismo el servicio al cliente deja mucho que desear, pero es compensado por lo servicial y por nuestro calor humano por el que nos caracterizamos.
Por ejemplo, camareros con todos los conocimientos requeridos al momento de servir a los comensales, transferistas con un real criterio de su accionar, seguridad privada con conocimiento y preparación de sus áreas, choferes con conocimiento de sus decisiones al volante y conocimiento de la importancia de su rol en nuestra economía principal, una verdadera escuela gastronómica con identidad Nacional y conocimiento internacional de la misma.
Asimismo, guías de turismo con una preparación actualizada en todo el sentido de la palabra, etc.
En resumen, si se estableciera una escuela nacional de formación turística los beneficios serían múltiples, no solo para los estudiantes, sino para la economía y para el turismo en general.