Por Suny Florentino
La «política cavernaria» es un término utilizado en la República Dominicana para describir las prácticas políticas corruptas y antidemocráticas que han sido comunes en la historia política del país. Estas prácticas incluyen el uso de la violencia, el fraude electoral, la manipulación de la justicia, la compra de votos y el nepotismo.
El término «cavernario» se refiere a la idea de que estas prácticas políticas se realizan en la oscuridad de las cuevas, alejadas de la luz pública y la transparencia democrática. El término también implica la idea de que estas prácticas son primitivas, atrasadas y contrarias a los valores modernos de la democracia y la justicia.
En la República Dominicana, la política cavernaria ha sido una fuerza poderosa en la política desde la era de la dictadura de Rafael Trujillo en la década de 1930 hasta la actualidad.
A pesar de las reformas democráticas en la década de 1960 y 1970, unas que otras reformas en las décadas de los 90 y años 2000, la política cavernaria ha persistido en la política dominicana, y ha sido criticada por grupos de derechos humanos y observadores internacionales por su impacto negativo en la democracia y el bienestar de los ciudadanos.
La lucha contra la política cavernaria sigue siendo un desafío importante en la República Dominicana, y muchos activistas y organizaciones de la sociedad civil trabajan para promover la transparencia, la responsabilidad y la participación ciudadana en la política del país.
Hoy más que nunca las nuevas generación debemos ponerle coto a este entramado sizañoso que cada vez más se anida en mentes irracionales y sin escrúpulo.
