Santo Domingo, AFP.- «Me atormenta», dijo Santo Heredia muy preocupado. No tiene más noticias de su esposa, quien fue detenida el jueves en un hospital de República Dominicana como parte del plan de deportación de mujeres embarazadas activado esta semana para controlar la inmigración haitiana.
El gobierno del presidente dominicano Luis Abinader, que ha hecho de la lucha contra la inmigración haitiana una de sus principales prioridades, exige desde el lunes que los extranjeros que acudan a hospitales muestren su documentación. Si no lo tienen, son expulsados del país luego de ser atendidos, según el nuevo protocolo puesto en marcha.
La medida ha asustado a muchos haitianos y la afluencia a los hospitales ha disminuido, explicó a la AFP Martín Ortiz García, director de Maternidad y Adolescencia del Servicio Nacional de Salud.
“Es un abuso, está muy mal”, dice Miguelina Matos, hija de padres haitianos nacida en República Dominicana. «Le pregunto al señor presidente (Abinader) si está consciente y si tiene familia, hijos… Podría (dar) 15 días a estas mujeres que están dando a luz» para que se recuperen antes de expulsarlas, sugiere.
El Servicio de Migración Dominicano informó que «el primer día de la medida, 48 mujeres embarazadas y 39 mujeres que acababan de dar a luz, acompañadas de 48 menores de edad», fueron detenidas y trasladadas al centro de detención de Haina, que alberga a migrantes irregulares, a unos 20 minutos de la capital, Santo Domingo.
– Contener la «haitianización» –
En el primer trimestre de 2025, el Servicio Nacional de Salud (SNS) registró un total de 20,362 nacimientos, de los cuales 12,930 (63.5%) fueron mujeres dominicanas y 7,387 (38%) haitianas.
«Mi esposa tiene sangre extranjera, claro, no lo puedo negar, pero es alguien que nunca ha estado aquí (en el centro de detención). No sabemos si fue deportada, no tiene familia allí» en Haití, dice Santo Heredia, un guardia de 34 años.
Aunque están casados y tienen una hija de cuatro años, su esposa, quien nació en República Dominicana pero cuyos padres son haitianos, no tiene estatus legal en el país por falta de dinero para los trámites, según su esposo.
Nacer en la República Dominicana no otorga automáticamente la nacionalidad. Una reforma constitucional de 2010 estableció que los hijos de padres en situación irregular no adquieren la nacionalidad.
Incluso sin documentos, «no se les niega la atención», asegura Ortiz García del SNS. Los inmigrantes indocumentados reciben atención en caso de emergencia. Si requieren ingreso, se les ingresa, y una vez finalizado su cuadro médico, pasan al protocolo migratorio.
En el primer trimestre de 2025, las autoridades se jactan de haber realizado 86.406 expulsiones de haitianos. En 2024 expulsaron a 276.215.
Desde que llegó al poder en 2020, Abinader ha endurecido la política migratoria, en particular iniciando la construcción de un muro en la frontera. La República Dominicana y Haití comparten la isla de La Española. Las relaciones entre ambos países son muy tensas.
Luisa Zeli Teresa, extranjera legal en República Dominicana, cree que «si las personas no tienen documentos, está bien (que las deporten)», pero pide al señor Abinader que permita a las mujeres haitianas recuperarse de sus cesáreas.
“La situación en Haití es muy mala (…) Por eso la gente viene aquí”, lamenta.
Cientos de miles de haitianos están tratando de abandonar su país, asolado por la pobreza y la violencia de pandillas que controla casi el 85 por ciento de Puerto Príncipe, la capital de la nación más pobre de la región.
En una manifestación el jueves organizada por la Antigua Orden Dominicana, una ONG nacionalista que ya ha organizado varias manifestaciones contra los inmigrantes, los activistas pidieron al presidente Abinader frenar la «haitianización».
Vionalé Pier, una haitiana de 58 años residente en República Dominicana desde hace 25, considera necesario reducir la natalidad haitiana: para ella, hay que tener «un hijo, dos hijos y ya», pero «una persona tiene cinco hijos, no, no, no»…