Por Alfonso Tejada
Con justa razón por el número son válidas las críticas al Presidente Abinader desde el litoral feminista, pero veo que la calidad y posiciones de las mujeres designadas constituye un paso trascendente, como nunca se había hecho.
Esas mujeres están responsabilizadas de los temas determinantes en la solución de los problemas del país.
Con doña Milagros, Mirian y Berenice, la corrupción tiene un dique de contención que debe cortar la irrigación perversa e irregular de recursos que deben servir para mejorar la calidad de la salud, área sensible puesta bajo la administración de la vicepresidenta Raquel Peña, otra Mujer de reconocida y aplaudida gestión privada, experiencia que ahora vuelca en el propósito cardinal de sanar (junto a la subministra de Salud) la salud físic0.
Pero que no se limita a esa, pues con la designación de otra subministra en Interior y Policía se busca crear un ambiente más sano para la seguridad ciudadana, el que viene a robustecer desde sus conocimientos, capacidades y perspectiva esta subdirectora de la Policía, un pivote en la tarea para superar el más deleznable escollo contra la mujer: la violencia de genero