Por Jennifer Surfin
Un chico que conoce a una chica y la encuentra hermosa, le dice «hermosa» (el orgullo lo vence) y comienza a cortejarla.
Al rato la chica le dice «lo siento ya tengo a alguien. O «no podemos estar juntos».
¿Qué está haciendo este tipo?
Para responder, hará todo lo posible para demostrar que la chica es fea, para tragarse su orgullo, hasta que la propia chica acepta que es fea y que no es nada. 😢Juego psicológico.
Vinieron, vieron la belleza de tu tierra y trataron de tomarla en vano. 🤔
¿Quién puede hablar de la belleza de Haití hoy?
Crean todas las condiciones para ensuciar vuestra belleza, vuestra paz.
Os humillan por todas partes. Os hacen creer que no sois nada, vuestras culturas, vuestras formas de enseñar, vuestras formas de vivir…
Refiriéndose al tema geopolítico, estas son sus medios para proceder a explotar las riquezas de países hermosos y pequeños, perturbando su paz (África), armando grupos para desestabilizar los países a explotar.
Utilizan actores políticos para cerrar escuelas, política utilizada hace mucho tiempo (1860).
De ahí su plan de deslustre, controla todas las facetas del desarrollo de tu país, el poder (Ejecutivo, Legislativo, incluso, el Judicial), el conocimiento, los activos (tu riqueza, tu producción).
Para ello necesitaremos “tratados”, como los llama el doctor L. Joseph Janvier. Buscadores de migajas, gente egoísta, títeres que pueden hacer cualquier cosa dentro del país en detrimento del mismo.
Y este plan está en marcha.
Moraleja: La reacción de la niña deprimida es la de Haití hoy.
Vuelva con ellos, espere ayuda de ellos, pero las enfermedades psicológicas graves se pueden curar.
*Una nación sólo puede crecer, sólo puede ser autónoma si sus hijos están orgullosos y muestran un deseo convincente. *
El deseo de hacer prevalecer la ley, la Constitución sobre todos los intereses individuales. *
NB: En 1986 teníamos un Consejo Nacional. Hoy estamos bajo los auspicios de la Constitución de 1987. *El pasado puede prejuzgar el futuro. *
Pensemos en “mantener el país libre de todas las hipotecas”, pensemos en los haitianos del futuro, tal como nuestros antepasados debieron haber pensado en nosotros.
