Por Marién Aristy
Hace casi 31 años que trabajo en el Periódico Hoy. Ya tenía un año y tres meses haciendo prácticas en El Nacional cuando me propusieron integrarme al equipo que daría vida a En Sociedad.
Durante todo este tiempo he escrito de todo y pasado por todos los cargos posibles: desde reportera hasta editora, luego reportera de nuevo (con especialidad en jicoteas y cosas de poca monta) y finalmente jefa de redacción.
He conocido, en este tiempo, a todo tipo de gente. Algunos -muy pocos- ha quedado como amigos entrañables, mientras la mayoría no son más que contactos laborales que desaparecerán en cuanto salga de Hoy (como desaparecieron muchos «amigos» que tenía cuando era editora de Revista y pasé a ser reportera).
A través de los años me han acusado de todo lo imaginable y lo inimaginable también pero eso muy pocas veces me ha quitado el sueño.
Solo en dos ocasiones me ha dolido que me cuestionen, sin razón, acusándome de «estar pagada» por alguien: cuando lo ha dicho gente cercana, que me conoce, y no debería poner en duda mi integridad profesional.
Nunca he recibido un centavo de otras manos que no sean las de la Editora Hoy y jamás lo haré.
Cada vez que he defendido algo o a alguien es porque he creído en ello. Y creo en lo justo, afecte a quien afecte o beneficie a quien beneficie.
No por ser ricos los ricos son malos ni por ser pobres/sobrevivientes los pobres/sobrevivientes son buenos. Hay ricos buenos y malos, así como pobres/sobrevivientes buenos y malos.
Lo que nos define es lo que somos no el dinero que tenemos. Sé quien soy y sé que no necesito defenderme pero me desahogo para liberar esa carga porque me pesa en el alma.
No puedo controlar lo que otros piensan de mí pero sí puedo controlar mi reacción, así que toca envolverlos en amor, bendecirlos y dejarlos ir, como siempre me decía Fior Gil Ortiz.
Perdón por el larguísimo mensaje pero escribir ayuda a limpiar el alma y continuar. ¡Buenas tardes y que pasen un hermoso día! Ah, no olviden soltar lo que les hace mal. 🤗😘💕💕💕
