Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Si bien es cierto que los gobiernos de la parte Este de la isla han posicionado el llamado «tema haitiano» en el primer lugar de la agenda mediática para opacar sus caídas coyunturales en las preferencias de la población, de igual manera habría procedido el ex canciller haitiano Claude Joseph.
Antes de sus confrontaciones públicas con Abinader respecto a la pertinencia de un canal que su país construía sobre el río Masacre, en la zona de Oanaminthe (Juana Méndez) y Dajabón y luego sobre la seguridad ciudadana en ambos lados de la isla, el entonces canciller viajó a República Dominicana en labores abiertamente proselitistas.
En la ocasión dirigió asambleas con sus compatriotas en la sede de la embajada de su país y en los cuatro consulados ubicados en Santiago, Dajabón, Higüey y Barahona, donde esbozó los temas de la agenda política que impulsaba de manera conjunta con el presidente de su país, el malogrado Jovenel Moïse..
Joseph, después de esos intercambios ríspidos con el presidente Abinader que tensaron las relaciones de República Dominicana y Haití, ahora se abre paso en procura del liderazgo opositor de su país.
Los últimos días en el cargo de canciller, el también ex primer ministro haitiano estuvieron marcados por sus pleitos con Abinader, “lo que le valió una buena impresión en la opinión pública” haitiana, según han observado medios de la capital, Puerto Príncipe.
De esa manera, el rol de funcionario beligerante frente a República Dominicana le permitió sumar adeptos en sus anunciados propósitos de ocupar el liderazgo de la oposición.
“Hoy hay un vacío (político en Haití). La mayoría de las organizaciones políticas de la oposición están en el poder. Entonces hay un vacío que llenar, porque un elemento fundamental en la democracia es la oposición”, dijo Joseph en un discurso en vivo desde Estados Unidos vía en Facebook.
El ex canciller aclaró, sin embargo, que como político opositor no está comprometido con derrotar a un poder o un gobierno, “sino para ayudar al país, a los jóvenes y sacar al país del estancamiento en el que se encuentra”.
Joseph era el primer ministro de facto cuando en julio pasado fue asesinado el presidente Jovenel Moïse, quien dos días antes había designado al médico Ariel Henry para que le sustituya. Desde esa posición pasó a la de ministro de Asuntos Extranjeros y Cultos.
