Por Manuel Otilio Pérez Pérez
Dice Rosa Duarte, «Juan Pablo Duarte ingresó a la guardia nacional haitiana en 1834 con el rango de furrier(cabo) iniciando así su carrera militar», (Apuntes de Rosa Duarte, Instituto Duartiano,
Vol.1, 1970, pág 43).
Explicar lo de la fundación de La Trinitaria.
En 1842, ya no existía la Trinitaria, pues había sido disuelta en 1840, ahora existe La Filantrópica y también la Dramática ambas con una orientación distinta a la Trinitaria.
En ese año de 1842, Duarte fue ascendido a Capitán de la Guardia Nacional Haitiana, es decir que le sirvió a Boyer hasta la caída de su régimen, (Ob. Cit. Pág 49).
En 1843, el Gobernador Militar de Santo Domingo, producto del triunfo de la Reforma era el General Desgrotte, quien era el auténtico líder de los triunfadores en Santo Domingo, bajo su mando, Duarte fue ascendido a Coronel Comandante de los Regimientos 31 y 32 que controlaban la Ciudad de Santo Domingo, (Ob.Cit. pág 51).
El Capitán Juan Pablo Duarte, luego de cumplir su misión encomendada por la Junta Popular de Santo Domingo, presidida por Alcius Ponthieux, a su regreso de los pueblos del Este fue ascendido a Coronel Jefe de la Guardia Nacional Haitiana (Pedro Troncoso Sánchez, Episodios Duartianos, Colección Duartiana, volúmen II, Primera Edición, Santo Domingo, República Dominicana,1997, pág 91).
El Coronel Jefe de los regimientos 31 y 32, que controlan la Ciudad de Santo Domingo, tiene de Jefe inmediato al General Desgrotte bajo la sombra de la bandera Haitiana y con la nueva Dictadura del General Charles Herard aine.
Prueba de todo lo anterior fue que la vacante producida por la ausencia del Coronel de la Jefatura de la Guardia Nacional Haitiana fue llenada con la designación de Felipe Alfau como Coronel Comandante de la misma compuesta por los regimientos 31 y 32.
En el informe del General Charles Herard ainé Representante del Gobierno Provicional y Jefe del Ejército Expedicionario que operaba en el Norte y en el Este, 1843, escribió: «…Puse un Coronel a la cabeza de la Guardia Nacional y le hice entregar banderas» (Emilio Rodríguez Demorizi, Invasiones Haitianas 1801, 1805 y 1822, Academia Domínicana de la Historia, volúmen I, Editora del Caribe, C. T. República Dominicana, 1955, pág. 283).
