Santo Domingo.- El vertedero a cielo abierto de Ingenio Nuevo, en San Cristóbal, emite humaredas tóxicas que amenazan la salud de millones de personas, denunció el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
El vertedero de San Cristóbal, ayuntamiento gobernado por el perremeísta José Montás, es emblemático por haber sido privatizado por la vía de un fideicomiso, figura legal favorita del gobierno derechista de Abinader, favoreciendo a la empresa Blue Energy, dijo la organización en una información escrita.
En mayo de 2021, en el contexto de otro incendio de basura, el entonces ministro de Proyectos Estratégicos y Programas Especiales de la Presidencia, Neney Cabrera, prometía que el vertedero de San Cristóbal se convertiría en un modelo de gestión de residuos sólidos, refirió el MST. “Las mentiras del gobierno han quedado al descubierto dos años después”.
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La promesa del alcalde
De acuerdo con el MST, la crisis (ambiental generada por ese incendio) recuerda el desastre del vertedero de Duquesa, que ardió durante semanas entre abril y mayo de 2020, cubriendo a la capital con una neblina venenosa.
Ante el actual incendio, el 18 de marzo, el alcalde prometió que «en tres semanas» se pondría fin a la humareda, refirió la organización.
“De ser así”, prosiguió, “las emisiones tóxicas continuarían durante todo el mes de marzo e inicios de abril. Pero no existe garantía de que puedan controlar la situación en ese plazo”.
Según la declaración escrita, desde fines de diciembre de 2022 han sido recurrentes las emisiones de enormes nubes tóxicas, generando afecciones respiratorias, de la piel y los ojos a miles de personas, y precipitando protestas populares en la comunidad de Yaguate, ignoradas por el alcalde José Montás, el ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, y el presidente Abinader.
Otros también arden
En marzo también han ardido el vertedero de Jarabacoa, un depósito de gomas en Santiago y el vertedero de Puerto Plata, dijo el MST.
Observó que existen más de 350 vertederos a cielo abierto en República Dominicana, pese a que expertos han alertado desde hace años sobre la necesidad de realizar las inversiones necesarias para una gestión racional de los residuos sólidos y prevenir incendios desastrosos, contaminación de fuentes de agua y otros problemas ambientales que atentan contra la salud de millones de personas, “el gobierno ha preferido privilegiar proyectos ecocidas, reaccionarios y corruptos como el de la verja fronteriza”.