Por Santiago Molina
Santo Domingo.- Desde el “vientre”, antes de iniciar, el gobierno lanzó una lluvia de bombas lacrimógenas contra quienes se proponían realizar una marcha para conmemorar la gesta cívica de 1965.
No obstante, los manifestantes continuaron la ruta preestablecida mientras algunos de sus integrantes apagaban los artefactos para evitar la propagación del humo.
La acción tuvo lugar en la misma plaza La Trinitaria, en las proximidades del puente Juan Pablo Duarte, en el Distrito Nacional.
Faride Raful, ministra de Interior y Policía, se había hecho eco de las denuncias de los paramilitares del grupo Antigua Orden Dominicana, en el sentido de que la actividad sería una marcha “de haitianos” y que, por tanto, no sería permitida.
El movimiento Reconocido, integrado por hijos de haitianos ya fallecidos en su mayoría y con la debida acreditación como dominicano, aclaró que no organiza la protesta, sino que más bien se sumaba a la organizada por la Coordinadora Popular Nacional.