Por Hervé Noel
Puerto Príncipe, Rezo Nòdwès.- La inseguridad que afecta a varios niveles la carretera nacional número 1, unida al conflicto haitiano-dominicano, corre el riesgo de provocar una escasez de existencias de productos de consumo en (el departamento de) Artibonite, advierte el empresario Pierre Robert Auguste.
Este último, que habló el lunes en las ondas de radio de Kiskeya, denunció la pasividad de las autoridades policiales a pesar de los repetidos llamamientos de la población que exigen acciones enérgicas para localizar a las bandas.
En Artibonite la situación es complicada. Varios centros de pandillas dificultan la vida a los ciudadanos. En Savien, el grupo criminal “Gran-Grif” institucionaliza casos de asesinato, violación, secuestro y secuestro de convoyes de alimentos.
Funcionarios de la Dirección Departamental de Artibonite de la Autoridad Nacional de Policía de Haití (DDA/PNH) siguen sin reaccionar, a pesar de la multiplicación de los casos de violencia diarios denunciados
No pasa un día sin que se destaquen los ataques armados perpetrados contra la población civil, denuncian los artibonianos.
En Croix-Périsse, al sur de Gonaïves, la banda “Kokorat san ras” dicta su ley imponiendo actos de terror contra los usuarios de la carretera nacional número 1.
Funcionarios de la Dirección Departamental de Artibonite de la Autoridad Nacional de Policía de Haití (DDA/PNH), siguen sin reaccionar a pesar de la multiplicación de los casos de violencia diarios denunciados.
El presidente de la AEA, Pierre Robert Auguste, deplora la creación de un nuevo centro criminal en Morne Puilboreau, en la carretera nacional número 1, en el distrito de Plaisance.
Durante la semana pasada, varios usuarios de la vía fueron asaltados por individuos armados que operaban en esta zona.
Este mapa emergente corre el riesgo de reforzar la presencia de pandillas en el alto Artibonite y alterar la cadena de suministro.
