Por Roberto Abreu
Una reforma fiscal es el cambio en la estructura tributaria en la matriz de un país en los impuestos.
Reforma Tributaria es el manejo de los impuestos (subida y bajada).
En República Dominicana la última reforma que se hizo ocurrió en el 2012 mediante la ley 253-12. En esa ocasión se estableció un impuesto en la transacción de bienes industrializados y servicios (ITEBIS), en la cuál paso de un 16% a un 18%, con una tasa reducida de un 8%.
En el 2020, el déficit fiscal era de un 7.4 % del PIB, en el 2024 es de 46.3% del PIB, mientras que la deuda interna y externa es de unos 58 mil millones de dólares.
Desde hace más de una década, los gobiernos anteriores y el presente, han estado manejando la economía dominicana o el presupuesto con un déficit acumulado, teniendo que recurrir a préstamos para cubrir los gastos y compromisos.
Desde el MPC (Movimiento Progresista Comunitario) estamos de acuerdo con una reforma fiscal, la cual busca recaudar unos 124 mil millones de pesos. Esto representa un 1.5% del PIB.
Ahora bien, esa reforma debe hacerse de manera calmada, escuchando los sectores organizados, con la participación del liderazgo político.
Todos debemos hacer un sacrificio, pero siempre y cuando la carga no caiga solamente en la clase media y baja.
Estamos de acuerdo que se revisen las excepciones fiscales a las zonas franca, a las empresas que operan bajo la ley de incentivos fronterizos número 28- 01, de la cual disfruta una empresa de bebidas gaseosa (Kola Real). No es posible seguir dando subsidios a esa empresa.
Otro ejemplo: la empresas mineras, que reciben subsidios a través de combustibles, cuando la misma exporta millones en onzas de oros y otros minerales.
No es posible que los creadores de contenidos digitales no paguen impuestos. También se hace imposible que la industria de cine tenga tantos jugosos incentivos de impuestos y demás.
Desde la institución MPC, entendemos que es necesario concertar con los sectores, sabiendo que se hace necesario dicha reforma y flexibilizar donde sea necesario. Sabemos que no todos los sectores serán complacidos, pero hay que oírlos .
Creemos que 7 artículos de consumos no son suficientes para librarlos de impuestos.
Es importante ampliar la base de esos impuestos, ya que así la población no carga pesado.
Es importante excluir de impuestos las habichuelas, las carnes, las pastas, el café, el azúcar, entre otros .
Otro tema que debe ser revisado y el propio presidente lo sabe, es lo relativo al impuestos IPI. O sea, bienes inmobiliarios.
Entendemos que el techo podría ser 12 millones de pesos y no 5 como esta siendo planeado.
Todos estamos conscientes, así como la oposición política, de que es necesario una reforma.
Sería una doble moral de los partidos de oposición no entenderlo. Creemos que la reforma debe tener un rostro humanizado con la población.
Ojalá la oposición no haga de este tema un show político y asuma su rol en el escenario del diálogo.
Las reformas son dolorosas y pesadas, pero no debemos seguir comprometiendo el futuro de nuestras generaciones con préstamos y llevar al país a una mala imagen internacional.
Hay que asumir esta decisión, pero con mucho tacto, que no lesionen el sistema productivo del país, así como también el deterioro de la calidad de vida de las gentes.
