Por Germán Reyes
Santo Domingo.- “En la Iglesia Católica, en la Diócesis de Barahona, estamos muy preocupados por esta concesión a 75 años a la Belfond Enterprice para la extracción de carbonato cálcico” en las montañas del Bahoruco Oriental, declaró un vocero.
El padre Antonio Fernández, director de la Pastoral Social Cáritas en la Diócesis, llamó la atención en el sentido de que invertir en preservar los recursos naturales y no destruirlos, debe ser una prioridad para este y cualquier otro gobierno.

“La Iglesia, la Diócesis de Barahona, exhorta a nuestro pueblo y a las autoridades a tomar conciencia de la importancia del cuidado de nuestra casa común”, declaró el cura.
Fernández, también director de la Fundación para el Apoyo al Desarrollo del Suroeste, dijo que la sierra de Bahoruco es un sistema montañoso ubicado al Sur de La Hispaniola “que capta toda esa humedad que viene del Caribe y que a su más de mil metros de altura filtra el agua en que se convierte esa humedad, a trasvés de la vegetación”.

El religioso agregó que al (las montañas) filtrar las aguas se producen manantiales, ríos y arroyos que se esparcen en la región Enriquillo, la cual abarca las provincias Pedernales, Independencia, Barahona y Bahoruco, donde alimenta acueductos y grandes extensiones de terreno para la producción agrícola y pecuaria.
“El Bahoruco Oriental es la madre de las aguas en la región Enriquillo”, precisó el sacerdote.
Fernández ponderó la “extraordinaria” biodiversidad en plantas, anfibios, insectos, que ha ido generando esta envidiable vegetación (en las montañas de la parte Oriental de la sierra de Bahoruco), donde cohabitan muchas especies que solo existen en ese lugar del mundo.
Se trata, precisó el cura, de una de la más rica biodiversidad de todo el archipiélago del Caribe.
Las opciones
Sugirió que es mejor aprovechar “esta riqueza” que tiene el Bahoruco Oriental para un desarrollo integral y sostenible, en vez de destruirla.
Fernández sugirió aprovechar el agua, el aire limpio, la regulación del clima que produce la montaña, los cafetales, el cacao, los frutales y la belleza escénica “que atrae turistas”. Esos son grandes aportes, aseguró.
También se refirió a que las montañas del Bahoruco Oriental permiten la posibilidad un desarrollo del turismo ecológico, de montañas y científico, “que ayudaría a generar ingresos y dar valor añadido a nuestra región, que es ya muy ricas en biodiversidad”.
El sacerdote esbozó la idea de que sea educada la población local a través las Ongs, de los liceos y las universidades, para promover espacios de acogida y de recreo para los turistas y visitantes.