Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Para Estados Unidos la salida a la crisis social y política en la que sucumbe Haití pasa por la realización de elecciones “que permitan la toma de posesión de un gobierno elegido democráticamente lo antes posible”.
De esa manera las autoridades norteamericanas se distancian de quienes han reclamado una invasión armada o una intervención forzada con tal de erradicar los grupos armados que llevan la inseguridad con asaltos, secuestros, violaciones y otras acciones violentas.
El presidente dominicano, Luis Abinader, acudió la semana pasada a la capital estadounidense, Washington, donde se reunió con la vicepresidenca Kamala Harris, líder del Congreso y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Aunque evadió usar el término invasión, Abinader reclama con insistencias que la comunidad internacional “intervenga” porque “República Dominicana no puede cargar con Haití”.
“Seguimos animando a los actores haitianos a llegar a un acuerdo político con la participación de todos y que permita la organización de elecciones si las condiciones lo permiten”, precisó Estados Unidos en un comunicado difundido por su embajada en la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Respeto a la Policía
Desde la “Misión de EE. UU. en Haití” fue formulado un llamado a quienes propiciaron protestas durante la semana pasada a que respeten las fuerzas del orden.
Establecieron que el derecho de reunión y manifestación es fundamental en cualquier democracia.
“Sin embargo, Estados Unidos condena enérgicamente los recientes actos de violencia, saqueo y destrucción en Haití y aquellos que instigaron estos eventos para sus propios fines”, dice el comunicado.
EE.UU. hizo un llamado a los haitianos para que expresen sus opiniones de manera pacífica “respetando a los actores humanitarios y las fuerzas del orden” y permitiendo que los haitianos que lo necesiten tengan acceso sin obstáculos a alimentos, agua y atención médica.
Sobre los saqueos
La misión diplomática refirió que desde diciembre pasado, socios y organizaciones internacionales han movilizado más de $294 millones en nuevos compromisos a favor de Haití.
Sin embargo, declaró en el comunicado, se necesita con urgencia apoyo adicional, incluidas las contribuciones al Fondo Común de Seguridad de las Naciones Unidas establecido recientemente por Canadá.
“Estados Unidos sigue siendo un socio incondicional de Haití y seguimos comprometidos a apoyar al pueblo haitiano durante este momento difícil”, dice el comunicado.

