Por Miguel Ángel Cid Cid (*)
Los verdugos eran invisibles frente a los policías que cubrían el evento, propinaron tremenda paliza a los artistas y los activistas sociales en la Puerta del Conde, el 12 de octubre pasado. Los organizadores de la Jornada Cultural Anticolonial eran del Movimiento Reconocido y otras organizaciones sociales. Los atacantes tienen nombre, la Antigua Orden Dominicana, dijo Reconocido.
La antigüedad alude al tiempo de duración de un objeto desde su creación. En consecuencia, la calificación de viejo corresponde al que tiene muchos años de vida. En la dialéctica, lo arcaico sede el paso a lo nuevo. Es decir, lo viejo se refiere al final de un ciclo de vida en espiral que da inicio a un período superior. Para la dialéctica la vida conduce a la muerte y la muerte lleva a la vida.
Pero la Antigua Orden Dominicana, por el contrario, creen que lo viejo debería ser perpetuo.
La Antigua Orden Dominicana
La Antigua Orden Dominicana es una organización “pacífica” y nacionalista. Pretende emular las ideas en defensa de la patria de Juan Pablo Duarte y el general Gregorio Luperón. Ángelo Vásquez, líder de la agrupación dice: “es Antigua, por los antiguos valores, por lo que debimos ser, porque de aquí salió todo, porque este país tiene todo lo primero en el continente, pero, nos quedamos atrás. Orden, porque traeremos orden a la patria, y Dominicano, por lo que significa”.
El pacifismo de los legionarios –miembros de la AOD– se equipara a la consigna de Joaquín Balague en 1978, decía: “Balaguer es la paz, la paz, la paz-la-paz-la paz”. El pueblo ripostaba en voz baja, “Balaguer es, la paz de palos”.
Otras ordenes conocidas
En el argot deportivo del béisbol, las “K” equivalen a los ponches acumulados por uno u otro lanzador. Los fanáticos las marcan en grandes carteles para alardear con los abanicados que suma el pícher de su preferencia, tres “KKK” por ejemplo, indican que lleva tres…
Adivina adivinador… en EEUU las tres “KKK” representan, además, la sigla del Ku Klux Klan, autodefinidos como organización pacifista. Inició en 1865 como fuerza paramilitar al servicio de los intereses del Partido Demócrata y de los sectores que ansiaban restaurar la supremacía blanca. Debido a sus fechorías, un jurado federal la declaró como organización terrorista. La justicia escuchó el clamor de los negros emancipados, víctimas del KKK.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, por su lado, acumularon durante décadas un poder incalculable. Sectores fácticos, amparados en el gobierno colombiano crearon los grupos paramilitares para enfrentar las FARC con sus propios métodos de guerra. Hoy, Colombia avanza en la construcción de la paz, las FARC se desmovilizaron y se convirtieron en partido político. Pero, los grupos paramilitares siguen haciendo de la suya.
(*) Publicado por Acento el 5 de noviembre de 2022