Por Marciano Mateo
Dajabón.- Se mantiene en el limbo el caso del joven José Esmerlin Estévez, de 30 años, quien fuera herido de bala supuestamente por parte de una patrulla de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) que acompañaba la entonces fiscal de Montecristi Carmen Lisset Núñez.
Los familiares del joven opinaron que la Procuraduría General de la República debería asumir el caso y garantizar que “se haga justicia”.
Núñez adquirió notoriedad luego que fuera involucrada en un allanamiento a una peluquería en Villa Vásquez donde acompañada de agentes de la DNCD habría colocado drogas para imputar a los propietarios del negocio.

El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Montecristi descargó el pasado día cuatro a la ex fiscal Núñez, igual que a varios miembros de la DNCD que le acompañaron. Los jueces tomaron la decisión luego que el Ministerio Público retirara la acusación alegando falta de pruebas y mal instrumentación del expediente, así como por la ausencia de los testigos en el juicio.
En silla de ruedas
De acuerdo con las versiones de los familiares de Estévez, su caso, que se remonta a 2015, sucedió cuando la patrulla acompañada de la funcionaria judicial le interceptó cuando viajaba desde Santiago hacia Dajabón por la comunidad de Las Matas de Santa Cruz, perteneciente a Montecisti.
Estévez comercializaba con mercancías que compraba en el mercado binacional establecido en Dajabón, las cuales luego vendía en Santiago.
“Esmerlin fue asaltado por esa gente que de manera sorpresiva y sin motivo alguno le detuvieron, le balearon y luego le arrebataron el dinero que portaba”, dijo su abuelo Marino Estévez.
De acuerdo con el relato, el joven recibió un disparo que le perforó una parte de la columna vertebral que desde entonces le mantiene postrado en cama. “Para movilizarse debe hacerlo en silla de ruedas”, dijo.