Santo Domingo.- La sexta de las siete medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader “realmente nos muestra que República Dominicana considera a Haití como una provincia para vender sus productos perecederos y falsificados”, declaró el Movimiento haitiano Punto Final.
Ulysse Jean Chenet, coordinador general del movimiento político, declaró que, en consecuencia, reclama a las autoridades de su país aprovechar esta situación para poner en marcha un plan de reformas en las relaciones diplomáticas y comerciales entre las dos naciones de la isla “para recuperar la soberanía de la República de Haití”.
En opinión de Chenet, las 7 medidas tomadas por el Presidente dominicano son una flagrante violación de las relaciones diplomáticas y comerciales entre las dos Repúblicas de la Isla.
“El Movimiento Punto Final exige que la población haitiana deje de utilizar productos dominicanos para dar una respuesta proporcional al Presidente dominicano que considera a Haití como su centro de consumo y distribución”, dijo el político.
Chenet se preguntó si realmente parece que el presidente dominicano Luis Abinader no considera a Haití como un país, como un estado soberano.
Las 7 medidas
1) Lanzamiento de un vasto programa de mecanización agrícola para reducir la cantidad de haitianos que trabajan en los campos agrícolas de la República Dominicana.
2) Fortalecer la Militarización de las Fronteras del lado de República Dominicana para evitar que pandillas y refugiados haitianos crucen las Fronteras ante la llegada de la Fuerza Multinacional a Haití.
3) Las fronteras y la inmigración permanecerán cerradas para impedir que los haitianos transiten por territorio dominicano.
4) Ampliación de medidas para frenar la entrega de Visas dominicanas a haitianos.
5) Se prohíbe el ingreso de productos electrónicos y materiales de construcción a Haití a través de la República Dominicana para evitar construcciones que amenacen el medio ambiente dominicano (el río Dajabón).
6) El Gobierno dominicano está estableciendo un corredor comercial provisional con estricto control militar y registro biométrico obligatorio en las provincias de Dajabón, Elías piñas, Indépendencia (Jimany) y Pédernales para facilitar el comercio de productos dominicanos esenciales como alimentos y medicamentos para bebés.
7) Una firma legal tiene la tarea de desarrollar urgentemente la aplicación de la Ley 216-11 para garantizar un alto nivel de seguridad en República Dominicana.
Una reapertura “vergonzosa”
Las declaraciones del líder del Movimiento Punto Final establecen que como parte de la construcción del canal en Juana Méndez sobre el río Masacre “despertó el enojo del Presidente dominicano y de manera unilateral decidió cerrar la Frontera de su lado y otras medidas adicionales para solicitar el fin de la construcción del canal”.
El pueblo haitiano, precisó Chenel, respondió diciendo “KPK: Kanal la Pap Kanpe” (El canal no parará).
El político haitiano aseguró que las decisiones de Abinader tienen graves consecuencias en las dos repúblicas de la Isla de Haití. “Pero los daños son mucho más considerables en República Dominicana, principal lugar de industrialización y gran producción de la isla, que necesita un mercado regular para vender sus productos”.
A su manera de ver, las medidas han afectado gravemente a los empresarios agroindustriales dominicanos.
“Así, el presidente Luis Abinader, al no poder soportar las presiones de los empresarios dominicanos, tuvo a bien reabrir vergonzosamente la frontera, lo que acompañó de las 7 medidas”.
