Por Marco Teruggi
El dato de diciembre marcó el pico más alto desde 1991, cuando Argentina salía de la hiperinflación. 22 años después, el país vuelve a experimentar síntomas de lo que parecía haber quedado atrás: remarcaciones de precios que pueden ser diarias, pérdida de poder adquisitivo semanal, la incertidumbre sobre cómo llegar a fin de mes. La angustia, eso que desatada la inflación.
Fue justamente por ese gran descontento inflacionario que venía creciendo que muchos votaron a Milei. Al asumir el cargo el 10 de diciembre anunció que se debía atravesar un desierto antes de estar mejor, un necesario sacrificio. A inicio de mes precisó que harían falta 15 años para ver las dos terceras partes de la mejora, es decir casi cuatro mandatos presidenciales en un país donde el mes que viene parece, muchas veces, lejano.
Preguntar precios se ha convertido en un hecho cotidiano en Argentina. Cuánto cuesta un almuerzo, el litro de gasolina, el kilo de carne, el pasaje de tren, cada producto en el supermercado, la obra social privada. Consultar antes de consumir para saber si se tiene suficiente en el país que registró la inflación más alta del mundo a fin de año: 25,5% en diciembre; 211,4% interanual; 251,3% en materia de alimentos y bebidas.
El dato de diciembre marcó el pico más alto desde 1991, cuando Argentina salía de la hiperinflación. 22 años después, el país vuelve a experimentar síntomas de lo que parecía haber quedado atrás: remarcaciones de precios que pueden ser diarias, pérdida de poder adquisitivo semanal, la incertidumbre sobre cómo llegar a fin de mes. La angustia, eso que desatada la inflación.
Argentina se encuentra ahora en ese desierto y, como anticipó el vocero -portavoz- presidencial, Manuel Adorni, «se vienen meses muy delicados». Se está peor, algo que se percibe en los precios, las conversaciones, las diferentes facetas económicas como la actual temporada de verano.
La crisis del turismo
San Martín de Los Andes es uno de los destinos turísticos más buscados: grandes lagos, montañas cargadas de verde, paisajes patagónicos. El lugar, como los demás sitios turísticos, está afectado por la baja afluencia. «Se ve en la calle, está mucho más tranquilo, hace muchos años que no lo veo así», explica Gustavo Kuasñosky, dueño del Complejo Las Cumbre Apart & Suites que alquila cabañas y miembro de la Asociación Hotelera.
«Hubo un cambio muy grande en el país, eso hace que la gente tenga miedo», dice un hotelero
«San Martín está en un 75%, por lo menos lo que es enero, febrero está mucho más bajo. El año pasado tuvimos un 90% en enero y un 75% en febrero. Hubo un cambio muy grande en el país, eso hace que la gente tenga miedo, el tema de la nafta -gasolina- que subió tres veces más, la gente de Buenos Aires si hacen los números les cuesta más».
Kuasñosky explica que «los últimos años fueron muy muy buenos para San Martín, mucha gente no se podía ir al exterior y veraneaba en nuestro país porque le resultaba más económico». La inflación crecía, ir afuera era muy difícil, pero el Gobierno de Alberto Fernández tenía programas de incentivo al turismo interno que hicieron que estas zonas tuvieran buenas temporadas. Ahora la inflación está desatada, el nuevo Gobierno quitó los apoyos al turismo interno y la ocupación es baja en el sur y en la populosa costa Atlántica.
En San Martín de Los Andes ganó Milei con 65,72% de votos
En San Martín de Los Andes ganó Milei con 65,72% de votos. «La gente no votó al personaje Milei, votó a la contra, que el país salga de una vez hacia adelante, yo lo voté también, no lo voté a él, voté a Juntos por el Cambio, perdí y voté a la contra, basta, son muchos años de decadencia, la gente está cansada y dijo basta y por eso votó a este personaje», dice Kuasñosky que ahora se enfrenta a su peor temporada de turismo en varios años.
¿Más desierto después del desierto?
«Que la inflación baje en el cortísimo plazo lo veo absolutamente imposible, por lo menos durante enero y febrero vamos a tener niveles similares a diciembre, y tiene que ver con que no hay ningún ancla de corto plazo en el programa económico que se está ejecutando que pueda romper la inercia inflacionaria en la que estamos y evitar los efectos de las medidas económicas que se tomaron», explica Itai Hagman, diputado nacional del bloque peronista de Unión por la Patria y economista.