Pekín. AT.- El plan de China de crear un fondo común de reservas con el Banco de Pagos Internacionales (BPI), junto con otros cinco bancos centrales, para proporcionar liquidez a las economías participantes en momentos de tensión en los mercados, podría allanar el camino para que el yuan desempeñe un papel de anclaje importante en la región de Asia-Pacífico, según los analistas.
El Banco Popular de China (PBOC) anunció el pasado 25 de junio que autorizó la puesta en marcha del nuevo Acuerdo de Liquidez en Renminbi (RMBLA) durante las reuniones anuales del BPI, celebradas el pasado fin de semana. El nuevo acuerdo, que podría utilizarse en períodos de volatilidad del mercado en el futuro, incluye inicialmente a los bancos centrales de China, Indonesia, Malasia, Chile, Singapur, y a la Autoridad Monetaria de Hong Kong.
Cada participante aportará un mínimo de 15.000 millones de yuanes (2.200 millones de dólares), creando un fondo común de reservas en el BPI, según un comunicado de la institución financiera con sede en Suiza, propiedad de los bancos centrales. También tendrán acceso a financiación adicional a través de una ventanilla de liquidez garantizada, que permite a los bancos centrales participantes realizar préstamos adicionales utilizando sus tenencias existentes como garantía.
El PBOC señaló que el acuerdo ayudará a satisfacer una demanda internacional razonable de yuanes y contribuirá a la seguridad financiera regional.
«El anuncio muestra que el banco central chino ha estado haciendo un gran esfuerzo para promover la construcción de la infraestructura institucional», dijo Ding Shuang, economista jefe de Standard Chartered Bank, al medio SCMP. «Esto podría deberse a la militarización de las finanzas en los últimos años», agregó.