Santo Domingo.- El sacerdote Johnny Durán, párroco en Bonao, lamentó la muerte del dirigente comunitario Jesús Tejada y las condiciones de deterioro de Octaviana Gil, de 92 años, como consecuencia de los gases lacrimógenos lanzados por la Policía y el Ejército en El Naranjo, Cotuí.
La señora Gil era nebulizada desde el sábado, día 30 de mayo de 2025, cuando fueron lanzadas varias bombas lacrimógenas que, de igual manera, provocaron la muerte de Tejada.
Los residentes en la zona de El Naranjo protestan para evitar que prosiga la tala de árboles en la cabecera del río del mismo nombre para que la minera Barrick Gold establezca una presa de cola para verter allí desechos tóxicos.
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) manifestó “su rotundo desacuerdo” por las agresiones sufridas por miembros de la Iglesia católica, la comunidad Arroyo Vuelta y otras pertenecientes al municipio de Cotuí el día 8 de enero de 2025, perpetradas por la “empresa minera Barrick Gold, con el apoyo de miembros de la Policía Nacional y el Ejército de la República Dominicana”
El sacerdote Johnny Durán resultó herido cuando el día ocho de enero de 2025 mediaba entre la Policía y comunitarios de la zona de Cotuí
