Por Germán Reyes
Santo Domingo.- La llegada a la capital haitiana de una avanzada de periodistas de la CNN, una de las más importantes cadenas de noticias de EE.UU., despierta la curiosidad de no pocos observadores haitianos y de otras naciones.
La iniciativa de esos comunicadores se produce en un contexto en el que la capital haitiana ha sido virtualmente tomada por las bandas criminales, portadoras de armas sofisticadas, de más alto calibre que las que porta la Policía.
Asimismo, tropas de Estados Unidos ya habían aterrizado en el país caribeño, donde permanecen con el pretexto de proteger su Embajada y el personal que todavía permanece allí.
Hasta antes de la salida de Ariel Haití del hoy primer ministro saliente todas las iniciativas de conversaciones dirigidas a lograr un consenso entre las fuerzas interhaitianas habían fracasado. El punto de inflexión fue, precisamente, la resistencia a ceder en el reclamo prácticamente unánime de que Henry debía dejar el poder.
La salida de Henry desató los demonios en Puerto Príncipe. Las bandas lanzaron una ofensiva tan violenta como nunca antes, una «coincidencia» considerada como extraña. Fue luego de lo cual Henry debió dimitir del cargo.
Las bandas armadas ejecutaron un plan mediante el cual de manera simultánea asaltaron y prendieron fuego a 20 puestos de policía (comisarías), lo mismo que las dos principales cárceles de la nación: La Penitenciaría Nacional y la de Crois-des-Bouquets, de donde forzaron la salida de alrededor de 5,000 reclusos.
Ceden en favor de la invasión
Otro punto de inflexión en los diálogos promovidos por Estados Unidos vía la Comunidad del Caribe (Caricom), Jamaica y otras naciones, había sido el propósito del despliegue de tropas militares extranjeras en la nación caribeña.
Fue precisamente la aceptación de la invasión militar extranjera lo que facilitó el acuerdo entre las fuerzas haitianas reunidas en la capital jamaiquina, Kingston, el pasado lunes, día 11 de marzo de 2024.
En el momento en el cual se desarrollaba ese proceso conversatorio fue anunciada la renuncia de Henry «por coincidencia», o sea, una especie de toma y daca, en el cual los haitianos aceptaron que su territorio fuera invadido militarmente por fuerzas extranjeras y Estados Unidos propicia la salida del primer ministro de facto. Ambas situaciones a la vez, en el mismo lugar.
Vía RD otra vez
Para algunos analistas que han vertido sus opiniones en medios y redes sociales haitianos, “algún nivel de garantías en términos de seguridad debió haber sido el punto de partida para que esa importante agencia internacional de noticia asuma esa tan delicada tarea”.
“CNN ya llegó a Puerto Príncipe vía RD. Algo importante debe estar en curso”, comentó un intelectual haitiano radicado en Puerto Príncipe, el cual prefirió el anonimato.
Pese a la versión del presidente Luis Abinader en el sentido de que “no hay una solución dominicana a la crisis haitiana”, las principales acciones emprendidas desde el exterior contra los regímenes haitianos de los últimos tiempos han partido, precisamente, desde República Dominicana.
El derrocamiento del presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide en 2004 partió desde el Noroeste dominicano hacia el Nordeste haitiano. La tarea fue emprendida por una avanzada encabezada por el exjefe policial Guy Philippe.
Asimismo, los colombianos condenados y otros imputados de ese país que permanecen en prisión en la capital haitiana, igual que otros que aun son procesados por la justicia estadounidense, estuvieron en República Dominicana antes de emprender hacia el magnicidio.
