Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Los equipos técnicos dominicano y haitiano deberían avocarse a un diálogo en procura de alternativas al uso racional de las aguas del río Masacre, urgió el experto haitiano Maismy-Mary Fleurant.
Fleurant, PhD en derecho medioambiental, investigador, vicerrector y docente en la Universidad Pública del Nordeste, en Fort Liberté, observa un discurrir “preocupante” del tema sobre el uso de las aguas del río transfronterizo a propósito de la construcción del canal del lado haitiano y la rehabilitación de La Vigía, en la parte dominicana de la frontera Norte.
En opinión del profesional, el forcejeo en marcha entre haitianos y dominicanos “solo dejará un perdedor: el medioambiente, que es uno solo, común a ambas naciones”.
Desde 2021
El tema, tratado desde 2021 en el nivel ministerial de las dos naciones, adquirió otro relieve después que los haitianos hicieron la semana pasada una primera prueba para operar su obra.
La reacción dominicana fue, de inmediato, prácticamente desviar el caudal del río y reiniciar la operación con dos bombas extractoras, del canal La Vigía. Ese hecho, según explican los técnicos dominicanos, garantizará la sequía e inhabilitación total del canal haitiano sobre el Masacre.
El pasado domingo de Pascua, temprano, la gente se despertó y encontró el canal lleno de agua. No fue una magia, sino que las lluvias arrasaron con los obstáculos colocados en el cauce para desviar el río Masacre y extraer agua para el sistema de reguío La Vigía
Ese nuevo trabajo, realizado sin consulta y sin notificación previa al Estado haitiano, constituye un riesgo de escalada y de ninguna manera contribuirá a una rápida resolución pacífica del conflicto, escribió Fleurant para el periódico dominicano Diario Libre el 28 de septiembre de 2023. “Su construcción revela una visión hegemónica y exclusivista del uso de un recurso hídrico compartido”.
¿Desviar las aguas haitianas?
Como reacción, algunas voces de entre los técnicos haitianos -aunque aun sin el debido consenso entre ellos- se han planteado tomar las aguas de al menos cuatro ríos que en su territorio desembocan en el afluente limítrofe.
A poca distancia del descenso de las aguas del río de las montañas dominicanas de Loma de Cabrera para su recorrido de 55 kilómetros, el afluente entra al territorio haitiano.
Los haitianos se expresan: “No importa cómo sea tenemos que implementar el plan B”, Alpha Yama Homéga. “Es una nación (la dominicana) que es muy emocional”, Jean Creslyy. “N no nos rendiremos. Es un proyecto que llevará tiempo. Al menos 6 meses. No me arrepiento de participar ayudando al canal”, Oliger Sorine Alcime. “Ves a los dominicanos haciendo racismo por el agua. Ves el agua corriendo en la mañana”, Wilson Petit
En la nación del Oeste de la isla el Masacre recorre dos kilómetros después de recibir las aguas de otros cuatro ríos haitianos que, obvio, incrementan su caudal. Se trata de los ríos Gens de Nantes, Capotille (o Bernard), Lamatrie y Djassa.
Con ese proceder, en el caso de que se realice en realidad, se extinguiría en su casi totalidad el caudal aguas abajo del río Masacre, dijo Fleurant.