Instalado el 7 de agosto de 2025, sucediendo a Fritz Alphonse Jean, el nuevo presidente del Consejo de Transición, Laurent Saint-Cyr, representante del sector empresarial privado, ha sido desde entonces una sombra de sí mismo. Un mes después de asumir la presidencia del CPT, sigue los pasos de sus predecesores. Al ser un «fantasma» con la chaqueta de un presidente, sus archivos permanecen vacíos, por decir lo menos, a pesar de que había prometido acciones concretas para marcar su transición a esta fase de la transición.
Por Célou Flécher
Puerto Príncipe (LFH), 7 de agosto de 2025. _En el Consejo Presidencial de Transición (CPT) los presidentes no se distinguen por sus acciones, y no es Laurent Saint-Cyr quien dirá lo contrario, aunque no es muy hablador y se centra en el «espectáculo».
Después de un mes en el cargo, nada nuevo bajo los cielos de Haití, particularmente en Puerto Príncipe, en términos de logros o mejoras en la situación del país, a pesar de las promesas de acciones concretas.
Solo fotos y dos acciones
Sus mayores hazañas visibles se pueden contar con los dedos de una mano. Es poco más que un Consejo de Ministros que registra la destitución de Rameau Normil y el nombramiento seguido de la instalación de Vladimir Paraison en su sucesión como director de la Policía.
A esto se suma una visita a Jean-Bertrand Aristide como parte del diálogo anunciado con todas las partes interesadas, en particular exjefes de Estado, de gobierno y otros patriotas, para conocer el resultado de la crisis.
A esta visita le siguió un «¿me has visto?» destinado a llenar su álbum de fotos, al igual que sus predecesores, en el Consejo Electoral Provisional, en compañía del primer ministro Alix Didier Fils-Aimé. Fueron allí para conocer los avances realizados por los asesores electorales en los preparativos relacionados con la organización del referéndum y las próximas elecciones nacionales.
Pendiente la reorganización ministerial
Si también hubiera prometido garantizar la unidad y la cohesión dentro de la estructura presidencial, aún queda por hacer la parte más difícil: «convencer a sus colegas asesores-presidentes para que se pongan de acuerdo sobre la reorganización ministerial que se está preparando desde su llegada».
En términos de seguridad, aún no se ha recuperado ningún territorio real tras las enérgicas acciones del gobierno. Por el contrario, a pesar de la presencia de mercenarios estadounidenses pagados por el Estado haitiano, la pseudopaz propugnada por bandas armadas sería el resultado de millones en pago por negociaciones llevadas a cabo por el gobierno, según Pierre Espérance, director ejecutivo de la Red Nacional de los Derechos Humanos (RNDDH). ¿Una admisión de impotencia gubernamental? A fin de cuentas, estas acusaciones no son comentadas por el CPT.
Recordemos que el propio nuevo coordinador del CPT declaró alto y claro durante su instalación que «la situación está empeorando». Ahora no es momento de retórica y pérdida de tiempo, sino de acción. Palabras en contradicción con sus acciones.
Está claro: Laurent no es el Santo al que Haití pretende dedicarse como solución a sus crisis.
