Puerto Príncipe, Rezo Nòdwès.- Oh Garry, sabio exiliado de palacios olvidados,
Tú que una vez caminaste, aclamaste, adoraste,
Aquí estás solo, sin pompa, sin escolta armada,
Un héroe caído en un extraño ballet.
Los maestros de Puerto Príncipe, en sus sillas acolchadas,
te dejan ir, como un viento disperso.
¿Segundo exilio o lección confesada?
¿Quién escuchará esta ironía mixta?
¿Deberán algún día ver sus propios reflejos,
en el espejo empañado de sus actos y fechorías,
para que finalmente, sacudidos, busquen cambiar,
o todavía necesitamos ejemplos establecidos?
Así que tú, Garry, fantasma de una gloria pasada,
recuerda a estos maestros que todo puede desvanecerse.
Porque el poder sin alma, privado de humanidad,
es sólo una máscara frágil que el tiempo romperá.