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    Turismo sobre la mesa: Emergencia en la zona de Saona y Bayahibe

    Por Fernando de los Santos

    El desorden y la falta de control en destinos turísticos como el que se realiza alrededor de Saona y Bayahibe pueden tener impactos negativos en la comunidad local, el medio ambiente y la experiencia de los visitantes. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo abordar este problema de emergencia:

    Regulación y control: Es importante que las autoridades locales implementen medidas para regular el turismo en la zona, tales como limitar el número de visitantes, controlar las actividades turísticas, y garantizar el cumplimiento de normas ambientales y de convivencia.

    Educación y concienciación: Promover la educación ambiental y la concienciación sobre la importancia de respetar el entorno natural y cultural de la zona entre los visitantes, operadores turísticos y la comunidad local.

    Cooperación entre actores: Fomentar la colaboración entre el gobierno, empresas turísticas, organizaciones comunitarias y la población local para desarrollar estrategias sostenibles que promuevan un turismo responsable y beneficioso para todos.

    Fiscalización y sanciones: Implementar un sistema de fiscalización efectivo para controlar el cumplimiento de las normas y aplicar sanciones a aquellos que no respeten las regulaciones establecidas.

    La «cualquierizacion» de los empleados directos e indirectos, sin exigir ningún tipo de preparación, calidad y lo peor: Sin ningún tipo de educación. Ese es otro gran daño, ver cómo actúan capitanes y marineros de embarcaciones, animadores de grupos sin el mínimo grado de preparación educativa y profesional, los vendedores, masajistas sin control de nada, las acciones y las expresiones de los empleados de las empresas es alarmante.

    Esto se debe a la falta de sanciones, regulaciones y controles de parte de los ministerios competentes, como los de Turismo, Medio Ambiente, la Armada Dominicana.

    Esta falta de acción ha generado la pérdida de miedo, denuncias de reciclaje de piñas para venderlas, laa alteraciones de aceites, falta de regulación de los alimentos que se cuecen en este parque nacional, el uso abusivo del uso de plásticos, la falta de reciclaje y retorno de los derechos sólidos, el uso abusivo de químicos y del suelo y el subsuelo.

    Y no podemos olvidar la usurpación de intrusistas que nos faltarían expresando cuantas cosas absurdas que se puedan imaginar sobre nuestra patria.
    Embarcaciones, tours operadores, suplidores, operando sin licencias.
    Es hora de intervenir Bayahibe y el parque nacional Cotubanamá.

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