Por Benny Rodríguez
Barahona.- En lo que se creyó el golpe más duro a las estructuras del narcotráfico transnacional tras la incautación del cargamento de drogas más grande en toda la historia dominicana ha resultado en un problema que involucra a terceros países.
Luego de República Dominicana señalar a Guatemala como el país desde donde procedían los 9, 587 paquetes (9.5 toneladas) de presunta cocaína incautada y quemada de inmediato por las autoridades, llamando la atención social, hay más dudas que claridad sobre este «importante golpe» al narcotráfico e impidió celebrar el acontecimiento contra este negocio criminal.
No a todos ha convencido la acción contra el tráfico de drogas llevado a cabo por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con apoyo de la Dirección de Aduanas (DGA), agencias de Inteligencia del Estado y la Seguridad Militar del Puerto Multimodal Caucedo, coordinados por el Ministerio Público, a principios de diciembre cuando anunció se incautó la cocaína, en un operativo de vigilancia e interdicción conjunta, realizado en la terminal portuaria del municipio de Boca Chica, provincia Santo Domingo.
El informe que no termina de ofrecerse
Lo que sí se aprecia es un solo petitorio a las autoridades dominicanas sobre el «mayor cargamento» incautado en el país, entre los que se citan: aclarar de dónde vino la droga, quiénes son los involucrados, por qué se procedió a incinerarla de una vez, entre otras preguntas, pero hasta ahora todas sin respuestas.
Mientras no hay respuesta a la pregunta de la sociedad el presidente Luis Abinader, quien este miércoles partió hacia los Estados Unidos por compromisos familiares a pasar unos días por Navidad, prometió que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y su par norteamericana, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), preparaban un informe sobre un cargamento de cerca de 10 toneladas de cocaína interceptado en el Puerto Multimodal Caucedo, en Boca Chica.
Sin embargo, hasta el momento el informe prometido por el presidente Abinader, mientras recibe de todos los ángulos sociales el pedimento de aclarar el hecho, no se ofrece, lo que hasta ahora lo que hace es arrojar más luces que sombra sobre esta que pudo una acción plausible, pero que las dudas sociales le han quitado el brillo que pudo haber tenido.
Mientras el presidente no está, aunque tiene previsto regresar desde los EEUU el día 30, previo a las celebraciones de fin de año y llegada del nuevo, el país pareciera que se quedaría sin el informe prometido por el mandatario, al menos por lo que resta al actual 2024.