Santo Domingo.- El Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano (Mirex) expresó su más “enérgico” rechazo al comunicado del gobierno de Estados Unidos donde formula denuncias y rechaza el trato a los ciudadanos haitianos y de color de piel negra, incluidos ciudadanos de su país, incluidos en el proceso de las repatriaciones masivas que son realizadas de manera intensa.
El Mirex se refirió al documento que EE.UU., por vía de su Embajada en Santo Domingo, tituló “Alerta: Reforzamiento en curso de migración en República Dominicana”, donde se refiere a casos de estadounidenses de color afectados por las acciones de las autoridades dominicanas.
Para el gobierno dominicano se trata de un comunicado “manifiestamente infundado, extemporáneo e infeliz”.
Los términos de dicho comunicado, destaca el Mirex, contradicen la excelente relación bilateral que existe entre República Dominicana y Estados Unidos en todos los ámbitos: político, económico, militar, social y de cooperación, “ya sea en materia de narcotráfico, trata de personas, contrabando de armamentos y municiones, corrupción o lucha contra la impunidad, entre otros”.
El primer socio comercial
Ponderó el hecho de que “nuestro país es el primer socio comercial de EE.UU. en el Caribe y el sexto en Latinoamérica”. Asimismo, República Dominicana ha sido uno de los aliados más confiables de Estados Unidos en el mantenimiento de un sistema internacional libre, abierto, próspero y seguro para todas las naciones, dice el gobierno por vía del Mirex.
Declaró que, en ese tenor, ambos países “fundamos” la Alianza para el Desarrollo en Democracia, para promover los valores democráticos y los derechos humanos.
El Mirex observó que desde el inicio, el presente gobierno ha denunciado ante la comunidad internacional de manera reiterada y sistemática la alarmante situación en Haití, agravada desde el magnicidio del presidente Moise, “sin que ésta haya tomado las medidas apropiadas para enfrentar la explosiva realidad humanitaria, social y política en el vecino país, que afecta gravemente la seguridad nacional de República Dominicana”.
Consignó, por igual, que desde hace varios lustros, el grueso de la carga ha recaído, en particular en términos migratorios, “sobre nuestro país”.
Agregó que una parte importante del presupuesto de salud dominicano actual se dedica, de manera gratuita, a la población extranjera, primordialmente haitiana.
Citó el hecho de que los haitianos ocupan el 32,4% de las camas de maternidad de hospitales públicos; el 10,3% de las emergencias; el 14,9% de los internamientos; el 9,8% de las cirugías; el 8,3% de las consultas.
Sin el apoyo de la comunidad internacional, hemos hecho un esfuerzo extraordinario por mantener abierta la frontera para permitir a la población haitiana el acceso a alimentos vitales, medicamentos, combustibles, agua, etc., dice el comunicado.
Celebra apertura de la frontera
Según el Mirex, el gobierno dominicano ha mantenido abierto el flujo comercial, a pesar del número de secuestros de dominicanos, incluyendo un diplomático de nuestra embajada en Haití.
Por su parte, “nuestras fuerzas armadas cargan de manera unilateral con el alto costo de brindar seguridad a la totalidad de la frontera entre los dos países, manteniendo unos 9,000 efectivos en dicho lugar”.
Resaltó que, así como todo país soberano que repatria a la población extranjera en situación migratoria irregular, “incluyendo a EE.UU.”, República Dominicana se ha visto forzada a deportar a un alto número de migrantes haitianos que no toleran más la situación en ese país “y que avasallan las posibilidades dominicanas”.
“República Dominicana no aguanta más”, resalta el comunicado del Mirex.
También lo hace EE.UU.
A título de contraste, la misma administración Biden ha deportado a Haití, entre febrero de 2021 y febrero de 2022, más de 20,000 migrantes haitianos, dice el Mirex.
Enrostró el hecho de que el Gobierno de Estados Unidos “no ha aportado prueba alguna”, más allá de casos anecdóticos sin verificación independiente, de que exista un patrón sistemático de violaciones de los derechos de los migrantes, ordenado por las autoridades dominicanas.
RD admite
Advirtió a Estados Unidos que podrían ocurrir casos “aislados”, como en cualquier parte del mundo, que, de ser denunciados a las autoridades pertinentes, “serían investigados y sancionados debidamente, si se comprobara su veracidad”.
El Mirex precisa que el Gobierno dominicano “jamás hubiera imaginado insinuaciones tan graves sobre nuestro país”, cuya población evidencia “en su color de piel” un amplio crisol de razas; “mucho menos de un aliado que ha sido sujeto de numerosas acusaciones de trato xenófobo y racista a migrantes e inclusive a sectores de su propia población”.
En el comunicado, República Dominicana se vanagloria porque “esmera en brindar un trato hospitalario a los millones de turistas que nos visitan anualmente de las cuatro esquinas del planeta, en particular desde Estados Unidos”.
Advirtió que la economía dominicana depende en buena medida en del confort y la seguridad de cada uno de los visitantes extranjeros, “de los cuales más de un millón y medio han provenido de Estados Unidos en este año, con experiencias abrumadoramente positivas, sin importar su raza o situación socio-económica”.
El comunicado de Estados Unidos, fechado el 19 de noviembre pasado, podría impactar negativamente a miles de trabajadores dominicanos, así como a nuestra economía, aunque este no haya sido su objetivo.
En consecuencia, resalta el comunicado, esperamos que el Gobierno de Estados Unidos considere el retiro de los términos sin verificar de este ambiguo comunicado, a la mayor brevedad posible.
Abre los brazos
República Dominicana, agrega, es un país cuya amistosa población abre sus brazos a toda persona que visita y vive legalmente en nuestras fronteras, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
El espíritu alegre y el calor hospitalario del dominicano jamás cambiará, prometió el Mirex.
Apoyo a Haití
El gobierno y el pueblo dominicanos continuarán brindando todo el apoyo, dentro de sus posibilidades, al hermano pueblo haitiano.
“Ningún país ha hecho un mayor esfuerzo que R.D., abogando por que la comunidad internacional ayude a Haití, pero declaramos nueva vez con todo el vigor necesario que no hay -ni podrá haber jamás- una solución dominicana a la odisea haitiana”.