«El reclutamiento militar ha mermado significativamente en los pasados 10 años, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, debido al daño físico y mental que sufren los militares y las historias verídicas del daño sufrido por la clase veterana», dijo a Prensa Latina en San Juan la profesora de psicología.
Santiago aseguró que si lo que pretende la Ley 69 de 2925, firmada en la víspera por la gobernadora González, es «frenar a los grupos que promueven los estereotipos negativos sobre los militares y veteranos», se trata de acallar las legítimas voces de militares, veteranos y sus familiares.
«(Nosotros) vivimos en carne propia los resultados negativos de su incursión militar y luego (cuando) son abandonados por el Hospital de Veteranos», señaló Santiago.
La gobernante puertorriqueña manifestó al firmar la medida del Senado, dirigida a estimular la participación de estudiantes de escuela secundaria y universitarios en entidades militares de Estados Unidos, que se proponían frenar a «los grupos que promueven los estereotipos negativos sobre los veteranos y militares».
Igualmente, obstaculizan «la participación de nuestros jóvenes de escuela secundaria y a nivel universitario” en programas como el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales Subalternos (Jrotc, siglas en inglés), Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva (ROTC) y la Patrulla Aérea Civil de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Esas entidades paramilitares, según La Fortaleza, sede del ejecutivo, «han ayudado a forjar líderes y proveer a los estudiantes la oportunidad de lograr carreras exitosas en el campo militar y civil».
En cambio, Madres contra la Guerra recordó que en las fuerzas armadas estadounidenses prevalece «un clima hostil y racista hacía las minorías étnicas».
«Firmar un contrato militar les expone a vejaciones y maltrato, (por lo que) reiteramos nuestro apoyo a la juventud y a los militares víctimas del engaño que representan las fuerzas armadas de Estados Unidos», ratificó Santiago.
Madres contra la Guerra mantiene una intensa campaña contra el militarismo y en los últimos tres años de condena a las acciones genocidas de Israel contra el pueblo palestino mediante protestas semanales frente al consulado del gobierno sionista de Benjamín Netanyahu.