Moscú, Sputnik.- El Departamento de Defensa de EEUU invierte más de 1.000 millones de dólares en el desarrollo de armas hipersónicas. Los avances de China y Rusia en este ámbito son los principales impulsores, puesto que el «orgullo nacional está en juego», según dice el titular del artículo de la revista Science, escrito por Richard Stone.
Durante décadas, las FFAA de Estados Unidos y sus adversarios han anhelado desarrollar misiles que se muevan a velocidades hipersónicas, señala el autor. Desde el comienzo de la Guerra Fría, el Pentágono se esforzó para desarrollar armas hipersónicas maniobrables. Pero el proyecto no obtuvo financiación suficiente y fue olvidado durante muchos años.
Mientras tanto, Rusia ya mantiene en guardia operativa los avanzados misiles hipersónicos Kinzhal, que desarrollan una velocidad 10 veces superior a la del sonido, desde mayo de 2018.
Además, el sistema ruso Avangard es capaz de efectuar vuelos intercontinentales en las capas densas de la atmósfera a una velocidad hipersónica de entre Mach 20 y Mach 27. El pasado mes de diciembre, el Avangard entró en servicio de las FFAA de Rusia.
Este hecho le permite al presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmar que «Rusia es el primer país armado con armas hipersónicas», admite el artículo.
China, por su parte, exhibió en un desfile militar su unidad de combate Dong Feng 17, señala el autor.
A su vez, Washington está probando varias armas hipersónicas, asegura Richard Stone.
El ingeniero aeroespacial de la Universidad de Colorado Iain Boyd compara la situación con la carrera del vuelo a la Luna. «El orgullo nacional está en juego», señala.
«Esta nueva carrera armamentista promete socavar los cálculos estratégicos», advierte Stone.
Según el periodista, los altos cargos rusos consideran el sistema hipersónico de ojiva nuclear como una protección contra los desarrollos futuros de EEUU para derribar los misiles balísticos que podrían socavar la disuasión nuclear.
Por su parte, China percibe las armas hipersónicas como una ventaja contra un enemigo mejor armado, dice el artículo.
Por ahora, la maniobrabilidad a velocidades hipersónicas hace que las armas sean casi imposibles de derribar o imparables.
EEUU está en gran parte indefenso contra tales armas, al menos por ahora, en parte porque no puede rastrearlas. Los satélites militares estadounidenses están atentos a las ráfagas que revelan lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y misiles de crucero. Pero probablemente perderían la pista incluso de un arma hipersónica impulsada por un cohete poco después de que se separe de su impulsor, dicen los analistas.
Es por eso que EEUU se esfuerza en desarrollar las contramedidas contra las armas hipersónicas. «Hay tecnologías que podrían ser desarrolladas para una defensa más robusta», Shari Feth, ingeniero de materiales de la Agencia de Defensa de Misiles de Estados Unidos (MDA). «Pero tenemos más trabajo que hacer para lograrlo».
De hecho, el artículo de Science reconoce el retraso de EEUU en el ámbito de armas hipersónicas ante Rusia y China.
«Los alardes rusos junto con los avances chinos han hecho sonar la alarma en los Estados Unidos», dice el autor. El Congreso destinará más de 1.000 millones de dólares a la investigación militar hipersónica este año y ha creado un nuevo consorcio universitario para realizar estudios básicos.