Por Germán Reyes
Santo Domingo.- «Haití es un rival con el cual hay que trabajar los 90 minutos con intensidad porque ante Costa Rica y Canadá se vio que aprovechan las mínimas concesiones que les das», dijo el entrenador Gerardo Martino a medios mexicanos.
El argentino Martino no dudó al expresar la superioridad física de los haitianos en el juego previsto para las 10:00 de la noche en Arizona en el inicio de la ronda semifinal por la como la Copa Oro de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF).
Si controlamos el partido y la posesión, la en vergadura física de ellos tendrá menos incidencia en el resultado, precisó el prestigioso entrenador.
Luis Mejía, del periódico Sopitas, dijo que México se medirá a “la poderosa Haití, que están hechos unos ‘monstruos’, por lo que para (debemos) prepararnos de cara a este juegazo”.
En México se teme por el reto que enfrentan de sobreponerse a la probable ausencia de su capitán Andrés Guardado, quien debió abandonar el choque ante los costarricenses por una molestia en la pierna izquierda.
Además, Martino podría reservar al “Principito”, quien está a una tarjeta amarilla de recibir una suspensión de un partido, y podría perderse una eventual final.
Andrés tiene una sobrecarga muscular desde la fase de grupos, dijo Martino.
En su opinión, aún hay situaciones para mejorar, “pero es difícil tener los resultados con seis meses de trabajo, que no son 180 días como se podría pensar, pero creemos que con el poco tiempo hay cosas que hemos hecho bien y por las cuales vamos por el buen camino».
Según el diario Sopitas, aunque no parezca, el de México vs Haití es uno de los duelos con mayor antigüedad del conjunto mexicano. El primer duelo entre ellos se dio un 19 de julio de 1953, donde la Selección Mexicana obtuvo una cómoda victoria en la Clasificación rumbo al Mundial.
Haití se ha medido en 9 ocasiones a México (hablando de selección mayor) y suma un total de 7 derrotas y sólo dos empates, por lo que luego de más de 60 años podría obtener su anhelada ‘venganza’.