Puerto Príncipe, [AlterPresse].- El Consejo Espiritual Nacional de las Iglesias de Haití (Conaspeh) y la Federación de Pastores Haitianos (Fepah) invitan al pueblo haitiano, en general, cristianas y cristianos, a en particular, permanecer movilizados, para derrotar la arbitrariedad y la dictadura en Haití.
Estas organizaciones del sector protestante denuncian una estrategia política del régimen de Tèt Kale (de los cabezas raspdas), “que utiliza líderes de pandillas para mantener a los corruptos en el poder”.
También critican al presidente Jovenel Moïse, quien insiste en permanecer en el poder, luego de que finalice su mandato constitucional el domingo 7 de febrero de 2021, mientras que casi todas las fuerzas del país han llamado y siguen pidiendo el respeto a la Constitución.
Instan a los protagonistas, en particular a Jovenel Moïse, a anticipar la situación de violencia que se avecina, en caso de que este último se niegue a dejar el poder.
Estas organizaciones abogan por un diálogo entre el presidente, la oposición política y la sociedad civil, con miras a una salida ordenada y un traspaso suave del poder, el 7 de febrero de 2021.
“La actitud de Jovenel Moïse corre el riesgo de llevar al país hacia una situación de desorden generalizado, cuyas consecuencias serán inexorablemente desastrosas para el país”, advierten, al tiempo que invitan a Jovenel Moïse a emprender el camino de la sabiduría y la razón, para evitar esta oleada de violencia que se avecina en el país.
“Ciertos sectores ya están sacudiendo el espantoso espectro del dechoukaj (literalmente proceso de desarraigo = derrocamiento de todo, como los movimientos de protesta que llevaron a la caída del dictador Jean-Claude Duvalier el viernes 7 de febrero de 1986 en Haití), si Jovenel Moses permanece en el poder y, por otro lado, quienes le apoyan en el poder y le sostienen, quienes amenazan con reprimir a sus oponentes”.
Todas las ramas de actividad (escolar, comercial, administración pública, banca comercial, servicios varios) quedaron paralizadas, en Haití, durante dos días de huelga general, convocada por organizaciones sindicales de transporte público, el lunes 1 y martes 2 de febrero de 2021, contra Jovenel Moïse y contra actos delictivos, incluido el secuestro.
Mientras afirma tomar nota del éxito de esta huelga general, el primer ministro Joseph Jouthe declara llamar al diálogo, para una respuesta adecuada a la inseguridad, en una conferencia de prensa el martes 2 de febrero de 2021.
A pesar de la presencia de unidades especializadas de la Policía Nacional de Haití (PNH), que acompañaron paradójicamente, el viernes 22 de enero de 2021, una manifestación en las calles de Puerto Príncipe, miembros de bandas armadas (que aún fueron objeto de un registro aviso), Jouthe no tiene reparos en felicitar a la PNH y pedirle que continúe, «implacablemente, rastreando a los bandidos para devolver la seguridad al país».
Una afirmación, rechazada por muchos sectores que denuncian la instrumentalización política, por parte del equipo Tèt Kale en el lugar, de la Policía que, mostrando laxitud o incluso contacto con bandas armadas, reprime sistemáticamente todas las manifestaciones pacíficas que reclaman el respeto de los derechos fundamentales.
Por su parte, el presidente Jovenel Moïse declara dar la garantía de que las madrinas y patrocinadores del secuestro (Nota del editor: los “autores intelectuales” de los actos de secuestro) serán identificados y sancionados, durante un discurso, en las redes sociales, en el 1 de febrero de 2021.
Diferentes voces de la población continúan desconociendo las promesas de estos funcionarios, a quienes califican de «acérrimos mentirosos», dadas las realidades actuales de mala gestión pública y el acelerado deterioro del clima de seguridad en Haití, sin ningún arreglo institucional relevante.
