Boston, AT.- La revista Annals of Improbable Research, dedicada al humor científico, anunció los ganadores de la 34.º edición del Premio Ig Nobel, una parodia del Premio Nobel, durante una ceremonia que tuvo lugar este jueves en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE.UU.).
Durante el evento, que por primera vez en cuatro años se celebra de manera presencial, se han presentado los ‘mejores’ trabajos científicos publicados en todo el mundo que han sido premiados, divididos en diez categorías distintas.
El premio de Química fue para Tess Heeremans, Antoine Deblais, Daniel Bonn y Sander Woutersen, un grupo de investigadores de Países Bajos y Francia, por utilizar la cromatografía para separar gusanos borrachos de gusanos sobrios.
Varios científicos japoneses y estadounidenses, entre ellos Ryo Okabe y Wendy L. Thompson, recibieron el premio de Fisiología gracias a un artículo en el que explican que muchos mamíferos son capaces de respirar a través del ano.
En el campo de la Botánica, los galardonados fueron el estadounidense Jacob White y el alemán Felipe Yamashita por demostrar que algunas plantas reales imitan las formas de las plantas artificiales de plástico vecinas.
Palomas en misiles
El premio de la Paz ha sido otorgado al estadounidense B. F. Skinner, por sus experimentos para comprobar la viabilidad de alojar palomas vivas dentro de misiles con el objetivo de que guíen la trayectoria de vuelo de dichos proyectiles.
El británico Saul Justin Newman obtuvo el premio de Demografía por su trabajo detectivesco para descubrir que muchas de las personas famosas por tener las vidas más largas vivían en lugares con un pésimo registro de nacimientos y defunciones.
Por su parte, un grupo de investigadores de Francia y Chile ganó el premio de Anatomía por estudiar si el pelo de la cabeza de la mayoría de las personas del hemisferio norte gira en la misma dirección —en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario— que el pelo de la cabeza de la mayoría de las personas del hemisferio sur.
Otros logros merecedores del Ig Nobel fueron los estudios sobre la capacidad natatoria de una trucha muerta (Física), la eficacia de una medicina falsa que provoca efectos secundarios dolorosos (Medicina) y cómo y cuándo las vacas vomitan su leche (Biología).
Finalmente, el premio a la Probabilidad se entregó a un equipo internacional de científicos por demostrar, tanto en la teoría como mediante 350.757 experimentos, que al lanzar una moneda al aire tiende a caer del mismo lado que empezó.