Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Los sacerdotes jesuitas que asisten en la frontera Norte a desplazados internos y a repatriados no pueden más. Echaron el grito al cielo en reclamo de apoyo.
«Hoy lanzamos un llamado urgente de ayuda, ante una crisis migratoria sin precedentes que golpea a nuestro país, Haití”, dijeron los religiosos del del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM-HAITI/Solidarite Fwontalye).
En una carta abierta fechada el 16 de octubre de 2024 y firmada por el director de la coordinación, el padre Germain Clerveau, se destaca que Tras el anuncio del presidente dominicano Luis Abinader de deportar a 10.000 inmigrantes haitianos cada semana, la situación es «peor”.
Hasta 800 repatriados cada día, noche y madrugada
«Por día, entre 600 y 800 inmigrantes acuden (expulsados desde RD) a Juana Méndez, en la frontera norte, en busca desesperada de refugio y apoyo», escribe el SJM en su documento, reseñado por el diario Le Nouvelliste.
La situación se ha agravado de tras el anuncio del presidente dominicano Luis Abinader de deportar a 10.000 inmigrantes haitianos cada semana.
Además, menciona que estas personas suelen ser dejadas o repatriadas en la frontera en condiciones degradantes y, a veces, muy tarde por la noche, después de las 20.00 horas, en violación de los acuerdos de 1999 y de los derechos humanos, dijeron los sacerdotes.
Están desbordados
También según la correspondencia, el Servicio Jesuita a Migrantes expresa su preocupación por su capacidad de ayudar a los nacionales haitianos a pesar de sus 25 años de compromiso.
En cuanto a su contribución para ayudar mejor a los migrantes que buscan refugio en su país, la organización se refirió a su participación en actividades comunitarias relacionadas con la situación actual.
El SJM aprovechó para presentar el estado de sus instalaciones que tienen capacidad para albergar sólo a 90 personas.
Con 25 años de compromiso, estamos abrumados por este desastre humanitario, según describen en la carta. “Participamos en reuniones de coordinación con actores estatales y movilizamos a los jóvenes para recibir a 30 personas por día con dignidad. Sin embargo, nuestra capacidad para albergar a 90 personas es en gran medida insuficiente dada la escala de la crisis”
De acuerdo con la descripción de la magnitud del problema expuesto por los jesuitas, “ofrecer una acogida digna va más allá del alojamiento incluye atención médica, kits de higiene, alimentos, ropa y, a menudo, medios de transporte para llegar hasta sus familias»
También los que huyen de la violencia
La solución al calvario de los haitianos expulsados al territorio haitiano por los líderes dominicanos no es la única cuestión abordada por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM-HAÏTI/Solidarite Fwontalye) en la nota. También está la situación de todos aquellos y todas aquellas (desplazados internos) que huyen de la violencia en Puerto Príncipe y otras regiones del país y que se unen a los migrantes que buscan refugio en Juana Méndez “y que merecen una mejor atención”.
Más de cuatro mil personas han sido deportadas por República Dominicana desde principios de octubre, informa el SJM.
Embarazadas, niños y niñas
“Con otros actores de la sociedad civil, desde principios de octubre hemos acogido a 4.129 personas, entre ellas 2.842 hombres, 893 mujeres, incluidas embarazadas, y 294 niños (152 niños y 142 niñas)”, informa en la nota.
No pueden más
El Servicio Jesuita a Migrantes quiere creer que sin el apoyo de otras autoridades no podrá ayudar a los migrantes haitianos. En este sentido, llama a las instituciones (organizaciones, iglesias, parroquias y a la diáspora haitiana) a movilizarse para ayudarlos.
“Su ayuda es esencial para continuar nuestra misión de apoyar, defender los derechos y la dignidad de los migrantes, muchas veces víctimas de abuso y violencia. Unidos podemos garantizar una bienvenida respetuosa y solidaria a estas personas vulnerables, juntos podemos cambiar y salvar vidas”, concluye la correspondencia.