Por Nelson Nina de León
Lo del 27 de febrero de 1844 fue una simple separación de Haití, un esfuerzo que comienza armado y dirigido por Duarte y los trinitarios y desplazado luego por la emergente clase dominante Conservadora con Santana y otros a la cabeza que persiguen y destierran a Duarte, matan a casi toda la familia de Sánchez, Antonio Salcedo, luego a Sánchez cuando se opone a Santana en contra de la Anexión a España, al general José Contreras, entre otros.
El pueblo Dominicano nunca aceptó la anexión tranquilamente pues las acciones en Neyba, El Cercado, San francisco y Santiago así lo confirman, hasta que con la colaboración de Haití y su presidente, que cobija a un buen grupo de dominicanos.
Un grupo de dominicanos que provienen de Haití, un 16 de Agosto del 1863, con Santiago Rodríguez (chago) a la cabeza, José Pimentel, Benito Monción, entre otros, Izan la bandera dominicana, bordada en Haiti y comienza la Guerra Restauradora que unió a los campesinos productores de tabaco de todo el Cibao y combatientes de otros pueblos del Sur y de la zona Este de la Capital en contra de los Españoles y el generalato dominicano desacreditado de Santana.
Fue una guerra popular en la que se impuso la guerra irregular o guerra de guerrillas y no la guerra de posición, en la que sobresalió el más grande estratega militar Ramón Matías Mella con un manual militar.
Fue el machete el arma principal de los revolucionarios. Se destacaron Gregorio Luperon en esa guerra y Gaspar Polanco, entre otros de diferentes sectores sociales de la época, hasta que los españoles derrotados se marchan hacia España, Puerto Rico y Cuba con 30,000 mil bajas entre muertos y heridos.
Fue la guerra más significativa, pues se derrotó a uno de los principales ejércitos de los tres del mundo de esa época (España, Francia e Inglaterra).
¡¡¡Viva la guerra Restauradora!!!
¡¡¡¡Viva Gregorio Luperon!!!!
¡¡¡Vivan eternamente los miles de combatientes que lucharon y murieron en esa gesta!!!