Santo Domingo.- Onesis Solís Contreras, de 29 años, es un negro como la abrumadora mayoría de los dominicanos. Solo que no se había percatado de que esa condición le ubicaba entre el segmento de la población objeto de discriminaciones, crímenes y violaciones de todo tipo por parte de distintas instancias del gobierno: los haitianos.
A Solís no le valió siquiera el haberse identificado como sargento de la Policía Nacional con asiento en Santiago. “Yo venía caminando por la Restauración con Antonio Guzmán, me paran tres (agentes) de Migración, uno me agarró fuerte por el brazo y yo le dije yo soy policía, el otro viene y me agarra de nuevo y le dije oye yo soy policía, y me dio un golpe ahí (señala su costado derecho) y un palo en la cabeza y una trompada en la espalda”.
El incidente se registró aproximadamente a las 8:00 de la mañana del lunes, día 15 de abril, en la calle Restauración con Antonio Guzmán de Santiago, cuando el sargento se dirigía hacia el cuartel, ya que habría dejado su motor allá.
Un reporte de evaluación médica del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) indica que el sargento presenta equimiosis en la región frontoparietal de la cabeza y en la región costal derecha, excoriaciones apergaminadas tipo arrastre con edema y equimosis en región posterior del brazo derecho. Además, se refiere a dolor constante en la región costal derecho.
El agente de la Policía lleva casi 10 años de servicio en el Palacio de Justicia de la ciudad de Santiago. allí interpuso la querella con el número de ficha del vehículo donde se trasladaban los agentes de Migración.
